Hola a tod@s,
Hace tiempo leí que cuando a un gatito le chirrian los dientes (la mandíbula) al comer no es nada bueno...
Os cuento: estoy en Chaouen (Marruecos), de vacaciones. Aquí hay una cantidad de gatos callejeros que se os partiría el corazón. Entre que hace poco aún de lo de mi Tica y todo lo que estoy viendo, os podéis imaginar...
Hoy, de vuelta a casa, he encontrado un gatito, que no tendrá más de un mes, raquítico y hambriento. Estaba hecho un ovillo al lado de un contáiner, ni siquiera debajo de un coche. Le he dado lo que llevaba encima, carne picada y mortadela de un bocadillo. Aunque le ha costado empezar a comer, después no había quien lo parara!
El tema es que tenía los ojitos muy mal, no veía, cerrados y llenos de legañas y de un liquidillo entre blanco y verde. Mientras comía, he oído cómo le hacía ruido la mandíbula, y me pregunto: ¿está realmente enfermo? ¿su mamá lo ha abandonado porque no va a sobrevivir? No me importa bajarle comida los días que esté aquí, pero no quiero alargarle la agonía si va a morir.
No me digáis que le lleve al vete, porque aquí no hay vetes. Los fuertes sobreviven y los débiles no. Es así de sencillo y de cruel.
Si podéis orientarme, os lo agradeceré.
Un abrazote
Zaida
Hace tiempo leí que cuando a un gatito le chirrian los dientes (la mandíbula) al comer no es nada bueno...
Os cuento: estoy en Chaouen (Marruecos), de vacaciones. Aquí hay una cantidad de gatos callejeros que se os partiría el corazón. Entre que hace poco aún de lo de mi Tica y todo lo que estoy viendo, os podéis imaginar...
Hoy, de vuelta a casa, he encontrado un gatito, que no tendrá más de un mes, raquítico y hambriento. Estaba hecho un ovillo al lado de un contáiner, ni siquiera debajo de un coche. Le he dado lo que llevaba encima, carne picada y mortadela de un bocadillo. Aunque le ha costado empezar a comer, después no había quien lo parara!
El tema es que tenía los ojitos muy mal, no veía, cerrados y llenos de legañas y de un liquidillo entre blanco y verde. Mientras comía, he oído cómo le hacía ruido la mandíbula, y me pregunto: ¿está realmente enfermo? ¿su mamá lo ha abandonado porque no va a sobrevivir? No me importa bajarle comida los días que esté aquí, pero no quiero alargarle la agonía si va a morir.
No me digáis que le lleve al vete, porque aquí no hay vetes. Los fuertes sobreviven y los débiles no. Es así de sencillo y de cruel.
Si podéis orientarme, os lo agradeceré.
Un abrazote
Zaida