Pues l os mios, cuando llaman a la puerta, salen a cotillear. Luna se acerca pero no quiere que la toquen, ella olisquea pero nada de manitas, más vale, porque se enfada. En cambio Teo pasa de todo, se restriega con el primero que llega.
Pero lo que les encanta de las visitas, son sus objetos personales como chaquetas, bolsos y demás. Acaban haciendose una camita en el abrigo y Teo acaba dentro del bolso y sacando las intimidades.
Con respecto a los sonidos, Luna no se altera con nada, pero Teo siempre hace lo mismo cuando oye un ruido fuerte, se mete debajo de la mesa del salón. Pero, claro, son gatos valencianos, así que cuando llegan las Fallas, es tan intenso el ruido y tan constante que llegan a acostumbrarse y ya ni parpadean.