Te escribo ahora que me siento un "poco preparada", Lupi bebe, me dejaste el 29 de julio porque te sentías muy cansado, apenas podías moverte; aún tengo viva en la retina la imagen de verte en mi camita esperando a que la muerte viniera a buscarte y yo, a tu lado, impotente por no poder hacer nada.
Lupi sólo tenía un año, era mi gatito siamés, y en unos días y empezó a sentirse muy malito, sólo se tumbaba a mi lado todo el tiempo buscando todo el cariño que podía darle. Los análisis han llegado tarde, ahora sé por qué me dejaste, tenías el virus de la peritonitis y no tenías salvación. Te he visto sufrir y por más que intentabamos que estuvieses mejor, ni la veterinaria ni yo pudimos llegar a tiempo.
Desde aquí sólo puedo recordarte, ya sabes lo que te hecho de menos. Has sido el gato más maravilloso del mundo, nunca tuve que reñirte, al contrario que a Gadget, que aún sigue buscándote y que estuvo al lado de tu última camita toda la noche hasta que te enterramos. Está bastante deprimido, igual que yo, fíjate que antes siempre estaba "en su mundo" y ahora sólo sigue esperando que yo pueda hacer algo para devolverte a esta casa.
Te he plantado un aloe al lado de tu tumbita, que la tengo marcada a fuego, porque sé que era tu planta favorita para acariciarte. Todas las noches te dejo una florecita de las que te encantaba comerte. Sólo hago que pensar en tí y echarte de menos, no me acostumbro a no verte cada mañana a mi lado en la cama, eras como mi sombra. Sólo quiero pensar que viniste para apoyarme cuando estaba más malita, tu me has acompañado todo el tiempo en que yo estuve enferma y yo intenté hacer lo mismo hasta que me dejaste. ¿Por qué no pudiste quedarte más tiempo? ¿por qué tenías que irte tan pronto? yo te necesitaba mucho más, necesitaba sentirte a mi lado por mucho tiempo más.
Te quiero muchísimo, te adoro, Lupi bebe. Por siempre estarás aquí en casa, en tu lugar favorito del jardín, así podré verte siempre que piense en tí. Ojalá estés en un lugar bueno, tan bueno como el hogar que yo creí darte este año.
Hasta siempre, Lupi bebe.
Lupi sólo tenía un año, era mi gatito siamés, y en unos días y empezó a sentirse muy malito, sólo se tumbaba a mi lado todo el tiempo buscando todo el cariño que podía darle. Los análisis han llegado tarde, ahora sé por qué me dejaste, tenías el virus de la peritonitis y no tenías salvación. Te he visto sufrir y por más que intentabamos que estuvieses mejor, ni la veterinaria ni yo pudimos llegar a tiempo.
Desde aquí sólo puedo recordarte, ya sabes lo que te hecho de menos. Has sido el gato más maravilloso del mundo, nunca tuve que reñirte, al contrario que a Gadget, que aún sigue buscándote y que estuvo al lado de tu última camita toda la noche hasta que te enterramos. Está bastante deprimido, igual que yo, fíjate que antes siempre estaba "en su mundo" y ahora sólo sigue esperando que yo pueda hacer algo para devolverte a esta casa.
Te he plantado un aloe al lado de tu tumbita, que la tengo marcada a fuego, porque sé que era tu planta favorita para acariciarte. Todas las noches te dejo una florecita de las que te encantaba comerte. Sólo hago que pensar en tí y echarte de menos, no me acostumbro a no verte cada mañana a mi lado en la cama, eras como mi sombra. Sólo quiero pensar que viniste para apoyarme cuando estaba más malita, tu me has acompañado todo el tiempo en que yo estuve enferma y yo intenté hacer lo mismo hasta que me dejaste. ¿Por qué no pudiste quedarte más tiempo? ¿por qué tenías que irte tan pronto? yo te necesitaba mucho más, necesitaba sentirte a mi lado por mucho tiempo más.
Te quiero muchísimo, te adoro, Lupi bebe. Por siempre estarás aquí en casa, en tu lugar favorito del jardín, así podré verte siempre que piense en tí. Ojalá estés en un lugar bueno, tan bueno como el hogar que yo creí darte este año.
Hasta siempre, Lupi bebe.