Fue por el mes de Noviembre de 1994 cuando aquel gato Siames de Rabo Corto entro en nuestro hogar. En la tienda no lo conseguian vender pero fue mi madre quien se llevo a ese pequeño gato. No sabia nada sobre gatos y sobre su comportamiento. La primera vez que lo vi, estaba en una cestita dormido y mientras nosotros hablabamos y lo mirabamos el parecia estar soñando. Al rato despues, estaba sentado yo en el sofa y se desperto. Fue la primera vez que me vio, y no dudo en acercarse a mi. Yo tenía miedo porque no sabia si quería arañarme o simplemente compañia.
Durante estos más de 15 años ha sido mi gran amigo porque nunca me ha fallado y yo a veces a él si. Estos dias atras estuvo muy enfermito y no llegaba a comer mucho. El Jueves estuvo conmigo en la cama, me dio tres maullidos y ya no podía ronronear. Lo vi por última vez el viernes a las 5.18, justo antes de salir para ir a trabajar y recuerdo su mirada. El viernes lo llevaron al Veterinario y le diagnostico una enfermedad renal. Lo ingresarón para tenerlo en tratamiento.
El sabado a la mañana llamo el veterinario para darnos la triste noticia. Nuestro pobre gato siames nos ha dejado para siempre. Tengo mucho dolor en mi corazón por él porque siento que ha muerto solo cuando mi mayor deseo era estar con él hasta el final. Llevo más de 48 horas pensando en él y no encuentro ningún consuelo. Es muy duro. Todo lo que me rodea me recuerda a él. El sofa, mi cama, el lavabo donde solía esperar sentado para que alguien le abriese el grifo, la ventana del balcón con sus maullidos para salir.
Ahora mi otro gato duerme solo en la caja que tenían para dormir y entristece mucho. Tengo más gatos en casa pero ninguno se le parece a él, era como una persona.
Adios Pequeño, con tu muerte ha muerto una parte de mi corazón y estes donde estes, espero que nunca me olvides, porque yo no lo hare.
Durante estos más de 15 años ha sido mi gran amigo porque nunca me ha fallado y yo a veces a él si. Estos dias atras estuvo muy enfermito y no llegaba a comer mucho. El Jueves estuvo conmigo en la cama, me dio tres maullidos y ya no podía ronronear. Lo vi por última vez el viernes a las 5.18, justo antes de salir para ir a trabajar y recuerdo su mirada. El viernes lo llevaron al Veterinario y le diagnostico una enfermedad renal. Lo ingresarón para tenerlo en tratamiento.
El sabado a la mañana llamo el veterinario para darnos la triste noticia. Nuestro pobre gato siames nos ha dejado para siempre. Tengo mucho dolor en mi corazón por él porque siento que ha muerto solo cuando mi mayor deseo era estar con él hasta el final. Llevo más de 48 horas pensando en él y no encuentro ningún consuelo. Es muy duro. Todo lo que me rodea me recuerda a él. El sofa, mi cama, el lavabo donde solía esperar sentado para que alguien le abriese el grifo, la ventana del balcón con sus maullidos para salir.
Ahora mi otro gato duerme solo en la caja que tenían para dormir y entristece mucho. Tengo más gatos en casa pero ninguno se le parece a él, era como una persona.
Adios Pequeño, con tu muerte ha muerto una parte de mi corazón y estes donde estes, espero que nunca me olvides, porque yo no lo hare.