PARASITOS INTESTINALES EN GATOS
Los llamados gusanos intestinales, comúnmente más conocidos como lombrices, son parásitos internos: seres vivos que se alimentan de otros seres vivos.
Los gusanos intestinales pueden dañar al gato:
1-En el aparato digestivo, donde se alimentan succionando sangre y nutrientes.
2-En riñones, pulmones y otros órganos a donde pueden migrar.
Si no se tratan correctamente... Pueden provocar daños muy diversos, desde lesiones en los tejidos, hasta obstrucción instestinal, provocando infecciones graves y muerte.
Los gusanos intestinales se pueden transmitir y dañar a las personas: Los síntomas en las personas abarcan desde problemas poco importantes, hasta, en raras ocasiones, lesiones oculares e incluso la muerte.
Los síntomas en gato:
- Pelo sin brillo
- Anemia
- Adelgazamiento
- Vientre abultado
- Menos vitalidad
- Trastornos de la fertilidad
Existen básicamente 2 tipos de gusanos intestinales: planos y redondos.
Aunque a veces se puedan encontrar en las heces, en muchos casos no son visibles. Incluso los síntomas pueden ser apreciables sólo cuando la infestación ya es grave.
Los gusanos, sus huevos y sus larvas, se encuentran prácticamente en todas partes en el entorno exterior: Hierba, matorrales, alcorques de los árboles, suelos arenosos y húmedos, como el de la playa, parques y jardines, fuera y dentro de la ciudad, en la tierra de tus macetas, en tus zapatos...
Pájaros, ratones y otros parásitos, como las pulgas, contribuyen a transmitir algunos gusanos intestinales
Algunos huevos pueden resistir viables incluso durante años hasta encontrar un momento propicio para desarrollarse.
Los gusanos intestinales se contagian:
1-Por vía oral, cuando las mascotas lamen las manos o la cara de sus propietarios, acción con la que pueden contagiar huevos de parásitos.
2- Por contacto con el pelaje del animal.
3-Por contacto directo de la piel con lugares contaminados (arena, tierra...)
Si tu gato no sale de casa, aunque esté menos expuesto, también puede tener parásitos intestinales, pues por lo general, los animales quedan infectados por los parásitos incluso antes del nacimiento (atraviesan la placenta) o a edad muy temprana.
Consejos útiles para prevenir los parásitos intestinales:
Al limpiar su caja de arena, tirar siempre las heces a la basura (nunca al desagüe) para destruirlas por la acción del calor.
Lavarnos las manos después de haber tocado a nuestro gato.
Y el más importante: Desparasitar a tu mascota 4 veces al año.
Maria, ya verás como al final todo se queda en el susto, y más ahora, que esta desarasitado