Asociación de Amigos de los Gatos del Retiro (AGAR)
¡Hola, hermanos humanos!
Somos una colonia de gatos que vivimos en el Retiro desde que fuimos abandonados por personas desalmadas, que después de habernos criado nos dejaron tirados a nuestra suerte cuando fuimos creciendo.
Hemos sentido tristeza, dolor, desamparo, soledad, sin saber cazar, pues son nuestras madres quienes nos enseñan desde pequeños cuando nuestra especie vive en libertad. Cada uno de nosotros hemos sufrido y pasado mucha hambre, hasta que encontramos la colonia.
Sobrevivimos gracias a algunas personas que nos traen de comer, y con la esperanza de encontrar a algún ser caritativo y de buen corazón que quiera adoptar a alguno de nosotros, o traernos algo de comer, aunque sólo sea un día a la semana.
Algunos humanos creen que no sentimos ni padecemos, pero eso no es cierto. Tenemos emociones, alegrías y tristezas, y recordamos con nostalgia el calor de un hogar. Somos muy agradecidos cuando alguien nos demuestra cariño, y veneramos con admiración gatuna a quien nos adopta.
Me llamo Conan, nombre que me ha puesto la persona que me cuida y que nos hace el favor de enviar este mensaje en nuestro nombre.
Os enviamos un fuerte Miau!
Si estáis decididos a darnos alguna ayuda, poneros en contacto con Pilar Luque a través de este correo electrónico: [email protected]
¡Hola, hermanos humanos!
Somos una colonia de gatos que vivimos en el Retiro desde que fuimos abandonados por personas desalmadas, que después de habernos criado nos dejaron tirados a nuestra suerte cuando fuimos creciendo.
Hemos sentido tristeza, dolor, desamparo, soledad, sin saber cazar, pues son nuestras madres quienes nos enseñan desde pequeños cuando nuestra especie vive en libertad. Cada uno de nosotros hemos sufrido y pasado mucha hambre, hasta que encontramos la colonia.
Sobrevivimos gracias a algunas personas que nos traen de comer, y con la esperanza de encontrar a algún ser caritativo y de buen corazón que quiera adoptar a alguno de nosotros, o traernos algo de comer, aunque sólo sea un día a la semana.
Algunos humanos creen que no sentimos ni padecemos, pero eso no es cierto. Tenemos emociones, alegrías y tristezas, y recordamos con nostalgia el calor de un hogar. Somos muy agradecidos cuando alguien nos demuestra cariño, y veneramos con admiración gatuna a quien nos adopta.
Me llamo Conan, nombre que me ha puesto la persona que me cuida y que nos hace el favor de enviar este mensaje en nuestro nombre.
Os enviamos un fuerte Miau!
Si estáis decididos a darnos alguna ayuda, poneros en contacto con Pilar Luque a través de este correo electrónico: [email protected]