Desde anoche. Ánteayer me dí cuenta de que no quería comer, así que íbamos a ir al vete por la mañana, y con más motivo cuando al despertarnos lo encontramos vomitando...
Lo llevamos al mismo que la semana pasada le estuvo poniendo el antibiótico, más que nada porque al haber cogido allí el gato y conocerlo, supuse que sería lo mejor. Le volvió a pinchar antibiótico y un protector gástrico para los vómitos. Me dijo que si volvía a vomitar, habría que ingresarlo urgente (valiente novedad... como si no lo fuera a hacer ya...). Que íba a presuponer que habría comido algo que le habría sentado mal. Mi cabreo a estas alturas ya iba siendo más que considerable... pero me preocupaba el gato, no montarle un pollo al veterinario, así que me fuí con él a casa.
Total, que estuvo toda la tarde, decaído pero sin devolver, hasta las ocho y media de la tarde, que volvió a soltar espuma. Llamé al veterinario y me dijo que ya cerraban, y que tendría que buscar una clínica de urgencias.
Allá que nos fuimos, y por fín, se dignaron a hacerle allí una analítica... bastante incompleta, pero al menos fué algo. Le dió la creatinina muy alta, así que en principio es un proceso hepático... Lo dejamos ingresado con suero toda la noche (por cierto, 130 euros la broma), y esta mañana fuí a recogerlo y me lo llevé a otro veterinario, que es el que siempre se había ocupado de mis otros bichitos, y en quien tengo mucha confianza.
Le conté todo lo que había pasado, y se tiró una hora y media con Bicho, haciéndole pruebas, reconocimientos, palpándolo, mirándole mucosas, heces, sangre...
Dice que lo ve bastante mal, pero que van a hacer lo imposible por sacarlo adelante.
Se quedó hospitalizado allí, porque a lo largo de la tarde van a seguir haciéndole pruebas... pero de momento ya le han cambiado la medicación, y se la han adecuado al hígado.
Me dijo el veterinario que, si el gatito hubiese caído en otras manos, probablemente ya habría muerto, y que tuvo suerte de que yo lo hubiese recogido... pero yo estoy hundida, y no paro de pensar que quizás si no le hubiese hecho caso al anterior veterinario desde el principio, hoy Bicho estaría saltando y jugando por toda la casa. No puedo dejar de sentirme culpable por no haber hecho antes lo que hice esta mañana y no haber mandado al primer veterinario a tomar por c.... en cuanto sospeché de una negligencia de caballo.
... Pero me habían hablado muy bien de él, y de su clínica recogí a Bicho... lo conocían, supuse que tendrían interés en curarlo...
Me equivocaba.
Me siento fatal.
Lo llevamos al mismo que la semana pasada le estuvo poniendo el antibiótico, más que nada porque al haber cogido allí el gato y conocerlo, supuse que sería lo mejor. Le volvió a pinchar antibiótico y un protector gástrico para los vómitos. Me dijo que si volvía a vomitar, habría que ingresarlo urgente (valiente novedad... como si no lo fuera a hacer ya...). Que íba a presuponer que habría comido algo que le habría sentado mal. Mi cabreo a estas alturas ya iba siendo más que considerable... pero me preocupaba el gato, no montarle un pollo al veterinario, así que me fuí con él a casa.
Total, que estuvo toda la tarde, decaído pero sin devolver, hasta las ocho y media de la tarde, que volvió a soltar espuma. Llamé al veterinario y me dijo que ya cerraban, y que tendría que buscar una clínica de urgencias.
Allá que nos fuimos, y por fín, se dignaron a hacerle allí una analítica... bastante incompleta, pero al menos fué algo. Le dió la creatinina muy alta, así que en principio es un proceso hepático... Lo dejamos ingresado con suero toda la noche (por cierto, 130 euros la broma), y esta mañana fuí a recogerlo y me lo llevé a otro veterinario, que es el que siempre se había ocupado de mis otros bichitos, y en quien tengo mucha confianza.
Le conté todo lo que había pasado, y se tiró una hora y media con Bicho, haciéndole pruebas, reconocimientos, palpándolo, mirándole mucosas, heces, sangre...
Dice que lo ve bastante mal, pero que van a hacer lo imposible por sacarlo adelante.
Se quedó hospitalizado allí, porque a lo largo de la tarde van a seguir haciéndole pruebas... pero de momento ya le han cambiado la medicación, y se la han adecuado al hígado.
Me dijo el veterinario que, si el gatito hubiese caído en otras manos, probablemente ya habría muerto, y que tuvo suerte de que yo lo hubiese recogido... pero yo estoy hundida, y no paro de pensar que quizás si no le hubiese hecho caso al anterior veterinario desde el principio, hoy Bicho estaría saltando y jugando por toda la casa. No puedo dejar de sentirme culpable por no haber hecho antes lo que hice esta mañana y no haber mandado al primer veterinario a tomar por c.... en cuanto sospeché de una negligencia de caballo.
... Pero me habían hablado muy bien de él, y de su clínica recogí a Bicho... lo conocían, supuse que tendrían interés en curarlo...
Me equivocaba.
Me siento fatal.