Hola gente.
Para una vez que abro un chat lo hago con malas noticias. Ayer por la tarde fui a buscar a Kimi de su paseo y no vino cuando la llamé, aunque la oí maullar, así que supuse que estaría ocupada con un ratón o un pájaro. Cuando está en estos menesteres no viene, pero me avisa de que está cerca. Me volví para casa y al cabo de media hora bajé de nuevo a buscarla. Al llamarla volvió de nuevo a maullar, pero también bufaba, cosa que me extrañó. Estaba al final de una cuesta empinada entre árboles y matorrales, con lo que a mí no me era nada fácil bajar a buscarla. Insistí en mi llamada y seguía oyéndola maullar y bufar, hasta que la vía asomarse al final del terraplén, pero no subía. A todo esto eran las 20:30 de la noche y no se veía ya mucho. Como me parecía muy raro que no subiera, a pesar de estarla viendo, bajé como pude a buscarla, que no fue nada fácil, y me dí cuenta de que no podía andar bien. La subí a duras penas y me la llevé a casa. No movía una pata y le dolía cuando se la tocabas. Llamé al vete y me la llevé inmediatamente. Resulta que tiene una luxación por un golpe que le han dado. El veterinario me ha dicho que debió ser un coche. Le puso corticoides y hoy tengo que ir a que la duerman, le coloquen bien los huesos y le inmovilicen la pata. Estoy muy angustiada y estuve a punto de no venir a trabajar, y aunque haya venido se que no voy a poder pensar en otra cosa en toda la mañana, que va a ser eterna.
Kimi ya se partió una pata el año pasado, así que estoy pensando no volver a dejarla salir de casa, al menos hasta que hayamos comprado una con finca cerrada y con verja antifugas gatunas. El problema es que Kimi siempre ha salido de casa, incluso antes de vivir conmigo, y cada vez que la encierro maulla durante horas y se vuelve loca. No sé que voy a hacer para retenerla en casa una vez que esté bien de nuevo, pero es eso o arriesgarme a perderla, que van dos golpes en dos años.
Para una vez que abro un chat lo hago con malas noticias. Ayer por la tarde fui a buscar a Kimi de su paseo y no vino cuando la llamé, aunque la oí maullar, así que supuse que estaría ocupada con un ratón o un pájaro. Cuando está en estos menesteres no viene, pero me avisa de que está cerca. Me volví para casa y al cabo de media hora bajé de nuevo a buscarla. Al llamarla volvió de nuevo a maullar, pero también bufaba, cosa que me extrañó. Estaba al final de una cuesta empinada entre árboles y matorrales, con lo que a mí no me era nada fácil bajar a buscarla. Insistí en mi llamada y seguía oyéndola maullar y bufar, hasta que la vía asomarse al final del terraplén, pero no subía. A todo esto eran las 20:30 de la noche y no se veía ya mucho. Como me parecía muy raro que no subiera, a pesar de estarla viendo, bajé como pude a buscarla, que no fue nada fácil, y me dí cuenta de que no podía andar bien. La subí a duras penas y me la llevé a casa. No movía una pata y le dolía cuando se la tocabas. Llamé al vete y me la llevé inmediatamente. Resulta que tiene una luxación por un golpe que le han dado. El veterinario me ha dicho que debió ser un coche. Le puso corticoides y hoy tengo que ir a que la duerman, le coloquen bien los huesos y le inmovilicen la pata. Estoy muy angustiada y estuve a punto de no venir a trabajar, y aunque haya venido se que no voy a poder pensar en otra cosa en toda la mañana, que va a ser eterna.
Kimi ya se partió una pata el año pasado, así que estoy pensando no volver a dejarla salir de casa, al menos hasta que hayamos comprado una con finca cerrada y con verja antifugas gatunas. El problema es que Kimi siempre ha salido de casa, incluso antes de vivir conmigo, y cada vez que la encierro maulla durante horas y se vuelve loca. No sé que voy a hacer para retenerla en casa una vez que esté bien de nuevo, pero es eso o arriesgarme a perderla, que van dos golpes en dos años.