El Amor A Los Animales

soniasadin

Experto
Me llegó de otro foro:

El amor a los animales



No me pregunto por qué amarlos. Me pregunto por qué no, si amar todo lo vivo, la naturaleza y el planeta que nos contiene es elemental instinto de supervivencia.
La gran enfermedad de nuestro tiempo es la falta de piedad, la chatura en los ideales, la falta de objetivos. Los animales son destinatarios cotidianos de las acciones menos elaboradas de los seres humanos.

Los hombres han usado a los animales de la peor manera a lo largo de la historia, para comer, para abrigarse, para divertirse, para trabajar; y han abusado de ellos aquietando sus conciencias con la excusa pueril de que los animales son irracionales, de que son inferiores.
No le pido a todos que profesen un amor militante por los animales, me conformo con que los respeten
Si el dilema se plantea entre inteligencia o no inteligencia, yo creo que los perros, pongamos por ejemplo, son en general un poco más inteligentes que algunos seres humanos que conozco. Mis perros Felipe, Gorbi, Daisy y Chatita unas veces entienden y otras no entienden. Si les digo que se suban a la cama, entienden. Si les digo se bajen, no.

No puede ser moralmente superior el que utiliza su inteligencia para arrasar a los demás seres. Una posición antropocéntrica (poner al hombre como centro del mundo) que somete y degrada a los animales con el único argumento de la fuerza-inteligente, no adorna a quien la practica.

Es evidente para cualquier inteligencia mediana que los animales no humanos son para la naturaleza sólo otra especie -nosotros una, ellos otra-, y es un imperativo moral respetarlos. El que no se conduele no es culto ni sensible, no piensa ni razona, no es superior sino un esperpento de soberbia que tiene una relación viciada con lo que en el mundo está vivo.

Una demostración de inteligencia mínima, en un ser humano educado, es la que ejercita el que es capaz de conmiseración, de hacer y de pensar por un mundo mejor, de ser solidario y agradecido, respetuoso de la naturaleza y de la vida, hacedor y protagonista de buenos ejemplos, comprometido con su tiempo y con su espacio.

El que se prohibe cuestionarse si el más débil merece respeto, pero se lo da.

No es gran cosa el hombre tosco, larvario, cruel, ignorante, que en lugar de ver al perro, al animal, a lo otro que hay por ahí con indulgencia, prefiere andar pavoneando su pretendida e inexistente superioridad.

Menester es creer, con frecuencia, que todo está perdido, pero todo lo que el hombre ha conseguido, lo ha conseguido con lucha. Por lo tanto luchar no es opcional, es obligado.

No le pido a todos que profesen un amor militante por los animales, me conformo con que los respeten. Por mi parte, no tengo una pasión especial por las plantas, por ejemplo, pero si usted me invita a su casa no le arrancaré una hoja a esa que está en rincón, simplemente porque fui a la escuela, porque tuve buenos padres y buenos maestros, porque destruir no aporta nada bueno, porque debemos procurar mejores y más elevados estados de conciencia. Porque matar, romper, destruir, causar dolor, no nos hace mejores seres humanos.

¿Qué es ser un mejor ser humano? ¡Es tan difícil comprenderlo para las mayorías! Ser gratos para los demás, útiles para el planeta y sus criaturas. Creer que otro mundo es posible.