Hoy cumple dos años mi querida amiga Livia, mi Livita. Dos años en que solo he recibido de ella alegrias y su natural serenidad.
He querido poner musica a un video y recuperar parte de un texto que hace unos meses le dedique.
Es lo que se me ocurre hacer para felicitarla, a parte de preparle unos langostinos a la plancha que le encantan, eso sera esta noche.
Gracias Livia por dejarnos compartir contigo tantos momentos especiales.
VIDEO
http://www.dailymotion.com/video/x2fcht_si...-amigas_animals
PARA UNA AMIGA
Livia es una criatura hermosa, de pelaje tricolor bien definido, de esqueleto fuerte pero elegante , cabeza pequeña y cara fina, ligeramente en cuña como los gatos orientales. Sus ojos son como almendras de ámbar, con una hermosa mirada inteligente, limpia. Todo ello le da un halo aristocrático que para sí desearían muchos congéneres de pedigrí relumbrón y hundidos en medallas.
Pero lo mas hermoso de ella es su carácter afortunadamente equilibrado, sin duda el mejor legado que le dejó Rufus. Su fuerte personalidad, seguridad en si misma, valentía y control sobre su entorno; se complementan felizmente con su capacidad de adivinar mis estados emocionales, con su afectividad y sociabilidad no exenta de prudencia. Nunca ruega pero jamás es altanera. Su elegante serenidad es contagiosa
Dicen los especialistas en comportamiento animal, que nuestros gatos nos ven como padres, como sus protectores y suministradores de alimento, porque en el proceso de domesticación, y más si es una mascota única, no llegan a alcanzar el estado de madurez psicológica de un animal adulto.
Nunca podría referirme a Livia como “mi niña”, “mi chiquitina” u otros términos cariñosos y maternales con los que con frecuencia nos referimos a nuestras mascotas. Estoy segura que a ella no le gustaría.
Livia es una gata física y psicológicamente adulta y muy madura. Ella no me pertenece, no soy su dueña. Tampoco yo la pertenezco, nunca ha intentado esas tretas “tiránicas” tan frecuentes en los gatos (ya sabéis, “yo soy su dueño pero el que manda es él )
Nuestro mutuo afecto y respeto se basan en una relación de igualdad y amistad, por eso me resulta especialmente querida .En un entorno de complicidad como nunca había sentido con un animal, hemos compartido vivencias tristes, la pérdida de nuestro amado Rufus, y otras tan felices como su maternidad.
Mi querida Livia, siempre seremos amigas
He querido poner musica a un video y recuperar parte de un texto que hace unos meses le dedique.
Es lo que se me ocurre hacer para felicitarla, a parte de preparle unos langostinos a la plancha que le encantan, eso sera esta noche.
Gracias Livia por dejarnos compartir contigo tantos momentos especiales.

VIDEO
http://www.dailymotion.com/video/x2fcht_si...-amigas_animals
PARA UNA AMIGA
Livia es una criatura hermosa, de pelaje tricolor bien definido, de esqueleto fuerte pero elegante , cabeza pequeña y cara fina, ligeramente en cuña como los gatos orientales. Sus ojos son como almendras de ámbar, con una hermosa mirada inteligente, limpia. Todo ello le da un halo aristocrático que para sí desearían muchos congéneres de pedigrí relumbrón y hundidos en medallas.
Pero lo mas hermoso de ella es su carácter afortunadamente equilibrado, sin duda el mejor legado que le dejó Rufus. Su fuerte personalidad, seguridad en si misma, valentía y control sobre su entorno; se complementan felizmente con su capacidad de adivinar mis estados emocionales, con su afectividad y sociabilidad no exenta de prudencia. Nunca ruega pero jamás es altanera. Su elegante serenidad es contagiosa
Dicen los especialistas en comportamiento animal, que nuestros gatos nos ven como padres, como sus protectores y suministradores de alimento, porque en el proceso de domesticación, y más si es una mascota única, no llegan a alcanzar el estado de madurez psicológica de un animal adulto.
Nunca podría referirme a Livia como “mi niña”, “mi chiquitina” u otros términos cariñosos y maternales con los que con frecuencia nos referimos a nuestras mascotas. Estoy segura que a ella no le gustaría.
Livia es una gata física y psicológicamente adulta y muy madura. Ella no me pertenece, no soy su dueña. Tampoco yo la pertenezco, nunca ha intentado esas tretas “tiránicas” tan frecuentes en los gatos (ya sabéis, “yo soy su dueño pero el que manda es él )
Nuestro mutuo afecto y respeto se basan en una relación de igualdad y amistad, por eso me resulta especialmente querida .En un entorno de complicidad como nunca había sentido con un animal, hemos compartido vivencias tristes, la pérdida de nuestro amado Rufus, y otras tan felices como su maternidad.
Mi querida Livia, siempre seremos amigas