Hola, qué suerte tenéis, hace dos años adoptamos a un gato que estaba muy malito, (él ya se había abandonado a su suerte...) el caso es que después de muchos cuidados ahora está como un roble, nosotros tenáimos ya una gatita que por aquel entonces tenía 2 años, ella no le aceptó ni le aceptará nunca, lo más que le permite es jugar un poco al pilla pilla, sólo cuando a ella le apetece claro, pero como la toque un poco se pone como loca a bufarle... Esta semana tuvimos que llevar a Romi al veterinario a que pasara su éltimo calvario (después de esta dudo que le vuelva a doler nada...) el caso es que estuvo dos días fuera ya que le operaron, pues bien, Afrodita (que así se llama la gata) estuvo esos dos días encantadora y fue volver Romi de la clínica y ponerse como una furia, estuvo casi dos días sin salir de su escondite y cuando lo hacía era para bufar a todo el mundo, incluidos nosotros... La verdad es que se pasa mal porque por intentar que un gato sea feliz a la otra la estamos amargando la existencia y da mucha rabia, aunque por otro lado pienso que ella verá ya que no la falta de nada y siempre ha estado genial, en cambio Romeo ha sufrido todo tipo de vejaciones y maltratos y se merece la vida de marquesito que le damos.
He de decir en favor de Afro que él está más consentido que ella y le ha "quitado" bastantes territorios de la casa, como a ella no le gusta a estar a menos de un metro de él pues claro... eso sí, si por él fuera dormiría con ella y estaría todo el día pegado a ella... es más bueno...
¿A alguno de vsosotros os pasado algo similar? ¿Será mejor perder la esperanza ya después de 2 años ella sigue sin soportarle?
Un saludo