Lecturas Sobre Gatos

lua

Experto
Queridos amigos del bar, este pequeño rincón me entusiasma, ya que sirve para poder enlazarnos más.
Creo que a muchos nos gusta la lectura..¿qué tal rescatar relatos o textos en general, que tengan a los gatos como protagonistas?
Yo quiero compartir un texto de Osvaldo Soriano, famoso y admirado escritor argentino,que adoraba a los gatos, y para qué negarlo, es uno de mis escritores argentinos preferido, no sólo por el amor hacia los michis, sino por su hondo compromiso social y político.. El texto es largo, pero sin desperdicio, es además, autobiográfico. Y a ver que encuentran uds. para leer por aquí:

Osvaldo Soriano y Los Gatos

--------------------------------------------------------------------------------

(...)El día que nací había un gato esperando al otro lado de la puerta. Mi padre fumaba en Mar del Plata, en el patio. Mi madre dice que fue un parto difícil, a las cuatro y veinte de la tarde de un día de verano. El sol rajaba la tierra. Los jóvenes Borges y Bioy Casares paraban cerca de ahí, en Los Troncos alucinando las historias de don Isidro Parodi. A Borges lo seguían los gatos. En una de sus fotos más hermosas está junto a María Kodama, que tiene uno en brazos; Borges lo acaricia como a un amigo.
A mi un gato me trajo la solución para Triste, solitario y final. Un negro de mirada contundente , muy parecido a Taki, la gata de Chandler. Otro, el negro Veni, me acompañó en el exilio y murió en Buenos Aires. Hubo uno llamado Peteco que me sacó de muchos apuros en los días en que escribía A sus plantas rendido un Ieón. Viví con una chica alérgica a los gatos y al poco tiempo nos separamos. En París, mientras trabajaba en El ojo de la patria, en un quinto piso inaccesible, se me apareció un gato equilibrista caminando por la canaleta del desagüe. Para sentirme más seguro de mi mismo puse un gato negro al comienzo y uno colorado al final de Una sombra ya pronto serás.
Para decirlo mal y pronto: hay gatos en todas mis novelas. Soy uno de ellos perezoso y distante. Aunque nunca aprendí la sutileza de la especie. Ahora mismo, una de mis gatas se lava la manos acostada sobre el teclado y tengo que apartarla con suavidad Para seguir escribiendo. Hace cinco meses que no prendemos un cigarrillo. Juntos sufrimos el vejamen de la abstinencia y !a vida limpia. Hace unos meses esta habitación era un quemadero de fragancias maravillosas. Tabacos de la Argentina, de Cuba y de Holanda, ya no; resignamos algo de la utilería que compone a los duros: cigarrillos, sombrero, impermeable, el revolver de juguete. Los fantásticos vampiros de Matheson; entre los que estaban Laurel y Hardy y el realismo romántico de Chandler, sobreviven a las modas y las vanguardias porque el lector quiere verse ahí en sangre de papel. Necesita leer sus miedos. Con eso Stephen King escribe ahora una obra excesiva e inquietante. En uno de sus libros, un personaje acusa de plagiario al narrador, le mata el gato y se lo deja frente a la puerta. Es un momento insoportable en la literatura de terror. Algo cercano a los escalofriantes efectos de H.P. Lovecraft. Todos los escritores con corazón se han ganado un gato que los sigue y los protege. Tal vez el de Gibbins, cercado por el fuego, le haya pedido auxilio en nombre de los gatos inspiradores: el del Dante, el de Baudelaire, el de Lewis Carrol, el de Borges. Y ahí fue el director de pobres películas, a purificarse en el incendio y cumplir con el ritual de todos los demonios.
Un escritor sin gato es como un ciego sin lazarillo. No es posible usar al gato para nada personal, no hay manera de privatizarlos. En La noche americana, Francois Truffaut aconseja a las realizadores de cine no meterse jamás con un gato en acción. También me lo dijo Hector Olivera a la hora de escribir el guión de Una sombra ya pronto serás. ¿Cómo hacer para que dos gatos de cine interpreten disciplinadamente a los que aparecen en la novela? Yo los puse en el libreto nada más que para aplacar mis miedos. Con una sonrisa; Olivera me dijo que estaba loco: un gato actor, el negro, tendría que seguir al personaje de Miguel Angel SoIá, lavarse a su lado comerse una laucha y echarse a dormir. El otro un colorado, aparece al final, poco después que Pepe Soriano, el Coluccini de la película, haya tenido una charla con Dios. Olivera decidió que no hubiera gatos, pero creo que estoy a tiempo de convencerlo de que ponga al menos una silueta. Cuando hablábamos de eso, todavía Gibbins no se había arrojado al incendio. Yo creía, Dios me perdone, que Matheson se había muerto de viejo. Pero no: allí estaba, peleando frente al fuego, apartando maderas en llamas, abriendo un camino para que su gato pudiera escapar con él. En el revoltijo alcanzó a salvar una carpeta con su último manuscrito. Es que siempre cuando uno rescata un manuscrito, hay un gato adentro.
Cuando yo era chico mi gato Pulqui era mono, león, pirata y bandolero. Yo lo acechaba entre las plantas del jardín y me le tiraba encima con el cuchillo de madera entre los dientes. Ahora mi hijo combate contra la gata Virgula que le devuelve los golpes. Son arañazos de mentira, en un revoltijo de sillas volteadas y malvones floridos. Las suyas, como las mías antes, son fantasías de selvas y mares, de castillos y mosqueteros. Esos años felices e irrecuperables en los que uno aprende, si aprende algo, que los gatos nos traen a domicilio el misterio de la creación. Chandler les atribuía toda la sabiduría y creía que provocaban la explosión creadora. Un día le pidieron que hablara de Philip Marlowe y prefirió que fuera Taki la que la hiciera por él. Pretendía que era la gata quien escribía sus novelas bien entrada la noche: A mí suele pasarme algo parecido.
Richard Matheson perdió todo; la casa los muebles y los premios, pero alcanzó a salvar lo esencial: esa mirada que lo sostiene por las noches, cuando la palabra no viene y la novela no avanza. Esa mirada que nos atornilla al sillón, ese ronroneo que precede a la llegada del diablo.
Poe, Lovecraft y Matheson asociaron los gatos al horror; en los dibujos animados Willam Hanna y Joe Barbera le dieron a Tom El papel de víctima y al ratón Jerry el de la picardía. El gato Félix fue un gran héroe yanqui de los año treinta, puritano y travieso. El Fritz the Cat, de Ralph Baskhi y Robert Crumb, sintetizó los eróticos y crueles años de mi juventud; apareciendo en 1968, Fritz es el primer gato de dibujo que vuelve de Vietnam, se droga, callejea de un prostíbulo a otro, fuma como un escuerzo, duerme con las mejores chicas, incluida su hermana, y termina asesinado por una gata vieja a la que había abandonado en tiempos mejores.
En cambio, Walt Disney detestaba a los gatos. Recién en 1970 se decidió a crear un personaje que, por supuesto, no le dejó éxito ni . plata. Disney era uno de esos tipos que nunca se hacen querer por los gatos. Creo que fue Chandler quien lo dijo. No se si en la biografía del detective Marlowe o en la propia. Hace unos días, una investigadora que prepara un libro de reportajes a escritores argentinos nos pidió a sus entrevistados que trazáramos cada uno una breve autobiografía. ¿Como hacerlo? ¿Cómo hablar de nosotros si no sabemos quienes somos? Le dije que yo no tengo biografía. Me la van a inventar los gatos que vendrán cuando yo esté, muy orondo, sentado en el redondel de la luna.


--------------------------------------------------------------------------------

Educación Sentimental por Osvaldo Soriano (Fragmento)
Página 12, Domingo 28 de noviembre de 1993
(salud)
--------------------------------------------------------------------------------
--------------------------------------------------------------------------------
 

AleLuna

Experto
oooooooooooooooooooooooooooooooooh! Qué buenísima idea se te ha ocurrido. Me parece increíble (palmas)

"Gatos en Tlaquepaque", es un libro que descubrí por pura casualidad, pero en cuanto lo vi, me encantó. Es un libro para niños que incluye ilustraciones por supuesto y narra la historia de la "Micha" una bella gatita que es la reina y señora de Tlaquepaque, que es una ciudad cercana a Guadalajara, una ciudad muy importante de mi país.

Desgraciadamente no lo he podido terminar de leer porque tengo muchas lecturas atrasadas, pero estoy segura que muy pronto podré leerlo.

__________________________________________

"La Micha era una gata blanca de pelo brillante y suave que había crecido en la tienda y taller de artesanías de Saraí y Fernando González en Tlaquepaque, un bonito municipio de Jalisco, muy cercano a Guadalajara. Estaba poblado por artesanos que trabajan con barro y vidrio. A la Micha la dejaban sola por las noches para que cazara los ratones que tanto molestaban a Saraí. Sus ojos eran de un verde intenso y más oscuros de lo normal, muy constrastantes con su cuerpo blanco. Tal vez esa oscura densidad de sus ojos explicaba por qué la Micha podía ver mejor en la noche que cualquier otro gato, pues tenía bien experimentado que el alcance y definición de su vista superaban a las de los demás gatos que conocía.

Además de su aguda vista, tenía un oído y un olfato sumamente finos, era extremadamente ágil y de un tamaño mayor al promedio. Gracias a estas cualidades, era muy buena en su trabajo de limpia de ratones en el taller de sus amos.

Por eso se distinguía de entre los gatos del barrio: la Micha era la más ábil y fuerte felina de Tlaquepaque, y ni siquiera los gatos machos se atrevían a intentar quitarle ese honor.

A sus cuatro años, la gatita había crecido rodeada de la admiración de los demás. Sin embargo, justo en la noche de su cuarto cumpleaños, iba a encontrarse con el lance de honor que pondría en duda su calidad de reina de los gatos de Tlaquepaque. (...)"

______________________________________________

"Gatos de Tlaquepaque" de Jorge Fábregas (Fragmento)
Ediciones SM. Colección El barco de vapor, pp. 7-8
 

GALADRIEL

Experto
:D Q BIEN!!!.... A LEER TODO EL MUNDO...

... A VER Q ENKUENTRO YO.... ALGO DE MIS TIEMPOS DE INSTITUTO... Q NOS MANDABAN MUXO XA LEER...
(me parece q tengo alguno de terror... bueno, suspense... se llama "La Sombra del Gato"
a ver si lo enkuentro...ok?¿?)

(besos) ...BUENISIMA IDEA... ;-)
 

GALADRIEL

Experto
<div class='quotetop'>CITA(GALADRIEL @ Jul 8 2008, 01:19 PM) <{POST_SNAPBACK}></div>
:D Q BIEN!!!.... A LEER TODO EL MUNDO...

... A VER Q ENKUENTRO YO.... ALGO DE MIS TIEMPOS DE INSTITUTO... Q NOS MANDABAN MUXO XA LEER...
(me parece q tengo alguno de terror... bueno, suspense... se llama "La Sombra del Gato"
a ver si lo enkuentro...ok?¿?)

(besos) ...BUENISIMA IDEA... ;-)[/b]


POR CIERTOOOO... Q SE ME OLVIDABA....
MUY LINDOS LOS RELATOS!!! ... me enkanta la frase... "sentado en el redondel de la Luna"...
 

lua

Experto
<div class='quotetop'>CITA(GALADRIEL @ Jul 8 2008, 12:24 PM) <{POST_SNAPBACK}></div>
POR CIERTOOOO... Q SE ME OLVIDABA....
MUY LINDOS LOS RELATOS!!! ... me enkanta la frase... "sentado en el redondel de la Luna"...[/b]
Yo pensaba mientras lo releía antes de subirlo en el foro, esta frase "sentado en el redondel de la Luna"... es una genialidad descriptiva...y veo que a mi amiga le ha gustado, es una emocion compartir a este escritor con uds. gracias Galadriel
 

lua

Experto
<div class='quotetop'>CITA(Alexa16 @ Jul 8 2008, 03:48 AM) <{POST_SNAPBACK}></div>
oooooooooooooooooooooooooooooooooh! Qué buenísima idea se te ha ocurrido. Me parece increíble (palmas)[/b]

Me alegro que te guste mi propuesta. Y lo que subiste está maravillosamente bien escrito. Les cuento que Osvaldo Soriano escribió una novela breve para niños llamada "El negro de París" son las aventuras de un niño exiliado en Francia y...su gato negro, tan negro como blanca es la gatita mexicana. Un relato muy bello el que nos compartes Alexa, ¿podrás subir un poco más de texto del mismo librito? (besos)
 

AleLuna

Experto
<div class='quotetop'>CITA(lua @ Jul 8 2008, 08:51 PM) <{POST_SNAPBACK}></div>
Un relato muy bello el que nos compartes Alexa, ¿podrás subir un poco más de texto del mismo librito? (besos)[/b]

Claro! ¿podrías ponernos un poquito de ese que dices, por favor? Hay una película de hace muchos años, mexicana y de suspenso, que se llama "Más negro que la noche" y trata por supuesto de un gato negro que se llama Béquer (o como se escriba).

Pero bueno, pongo la continuación:

"(...) Estaba alerta. Sentada en lo alto de una vitrina donde se exhibían los platones a los que Fernando había dado forma y que Saraí había pintado con grecas multicolores, podía ver toda la tienda, además de la entrada al taller. De pronto, el movimiento rápido de un pequeño cuerpo hizo que abriera aún más sus ojos; sabía perfectamente lo que había visto. Dio un salto exacto para caer en una mesa con decenas de soles y lunas de barro. Sus movimientos eran tan precisos que ni una de aquellas esculturas tembló siquiera un poco. Sin hacer un solo ruido, la Micha corrió con gran velocidad entre los objetos de barro, hasta que saltó al sueño y, con un zarpazo preciso, atrapó de la cola a un pequeño ratón.

Lo levantó para tenerlo frente a frente.

-Eres nuevo por aquí ¿verdad?- dijo la Micha.

El ratón estaba muy asustado, apenas podía hablar.

-Sssí... soy nuevo, me llamo Vicente, sólo buscaba un poco de comida.

-Aquí sólo hay artesanías de barro, no hay comida y tampoco refugio. A mis amos no les gustan los ratones, y a mí tampoco; todos los roedores del lugar lo saben.

-Lo siento... no sabía eso, ¿me vas a comer?

-¿A comer? ¡Guácala! Los ratones saben horrible y tú has de saber peor, estás muy sucio.

-¿Qué me vas a hacer entonces?

-Lo que hago con todos los ratones que entran aquí por primera vez, sacarlos.

Con una de sus garras, la Micha llevó prendido de la cola a Vicente hasta que llegaron a una pequeña puerta que daba a un patio.

-Creo que no te gustará saber qué hago con los ratones que entran aquí por segunda vez- dijo la Micha en tono amenazante.

La Micha arrojó el ratón hacia la calle a través de la reja del patio. Segura de haber cumplido con su trabajo esa noche, comenzó a acicalarse el pelo con mucho cuidado. Pensaba salir a recorrer algunos tejados, así que debía conservar también su reputación de ser la gata más bonita del lugar. Su blancura relucía en la noche. La luz de la Luna llena reflejada en su pelaje la hacía parecer un hermoso fantasma plateado que recorría las azoteas con saltos emocionantes y audaces. (...)"

_____________________________________

Ibídem. pp. 8-10.
 

pcalero

Experto
La verdad es que los gatos aparecen en muchos de los libros que leo. Pero normalmente forman parte del paisaje o son gatos alienígenas, normalmente telépatas... Es que a los escritores de fantasía y ciencia-ficción les suelen gustar mucho los gatos. Lo malo es que es difícil encontrar un fragmento con un gato de prota.

Aunque no tengo el libro ni recuerdo exactamente de quien es, hay un relato que leí hace años y me impresionó mucho. Recuerdo muchos detalles. Así que os lo contaré con mis palabras. El original es mucho mejor. Creo que es de Frederic Polh, aunque el tema me recuerda mucho una novela de Arthur C. Clarke y podría ser de él (o de otra mucha gente).

"El hombre miró la habitación, era un cuarto normal de un hotel, no había nada especial para distinguirla de otra habitación de hotel en ningún otro sitio. En este triste lugar acabaría su vida.

No tenía nada contra este hotel. Simplemente era el primero que encontró. Su vida había terminado y no tenía sentido continuar. Todavía no había decidido el sistema para finalizar su vida. Tampoco tenía prisa. Lo único seguro es que no iba a tirarse por la ventana. Ni siquiera pensaba acercarse a ella. Cuando supo que la habitación estaba en el piso 20 pensó en irse a otro hotel, pero ni siquiera para eso tenía enegía.

Pensó en pedir unas copas, tal vez así podría olvidar lo vacía que había quedado su vida. Un hombre del espacio con miedo al vacío ya no tenía ningún futuro. Le habían dado la baja y le prometieron que cuando se recuperara allí estaría su puesto esperándole. Pero era imposible. ¿Como puede alguien superar un terror así? y como puede nadie trabajar en tierra firme después de haber conocido las maravillas del espacio.

Entonces lo escuchó. Era el maullido de un gatito asustado. Paseó la mirada por la habitación buscándolo. Sabía que no estaba allí, pero no podía mirar por la ventana. Ni siquiera por un gatito.

El gato volvió a maullar. Ahora sonaba incluso más asustado y desvalido. El sonido venía de la ventana. Quisiera creerlo o no había un gato mallando en el exterior.

Jack empezó a sudar. No podía acercarse, su agarofobia no le permitía sentir todo ese vacío a su alrededor, por otra parte no podía dejar que le pasara nada al gato. Desde el inicio de los viajes espaciales los gatos habían sido los mejores amigos de los astronautas. Los perros solían volverse locos con la ingravidez, ellos en cambio parecían disfrutar después del desconcierto inicial. Además se metían por lo huecos más pequeños y avisaban a los hombres cuando detectaban pequeñas fugas. Eran mucho mejor que cualquier sistema de seguridad. Y además eran tan encantadores...

Se acercó a la ventana a cuatro patas y miró al exterior. Por debajo de la ventana había una cornisa. Sobre ella se veía un gatito de unos dos meses. Negro con el pecho blanco. Jack cerró los ojos y alargó la mano, pero el gatito se alejó unos centímetros. No podría cojerle sin salir a la cornisa.

Durante unos minutos estuvo indeciso. Realmente no podía salir. Pero el gato le necesitaba. Podía caerse en cualquier momento. No había tiempo para llamar a nadie. Al final se decidió y salió fuera manteniendo su mano asida con fuerza a la ventana. Alargó el otro brazo pero el gatito estaba un poco más allá de donde alcanzaba su mano.

Su mente volvió al pasado. Estaba haciendo unas operaciones de mantenimiento en el exterior de la nave cuando se soltó su enganche y quedó flotando en el vacío. Habían conseguido rescatarle, pero durante media hora había estado flotando en el negro espacio y ya no podía soportar esa sensación. Ahora en la repisa notaba como el abismo le llamaba, podía sentir la caída eterna de la que había conseguido escapar. Sentía que no podía moverse, pero empezó a avanzar hacia el gatito perdido.

El gato volvió a alejarse. Se detuvo en la esquina y desde allí le observó. Volvió a maullar suavemente. Ahora parecía menos asustado. Parecía estar invitándole a seguirle. Jack maldijo a todos los dioses que le ponían en una situación semejante. Intentó llamar al gato, hacer que se acercara. Al final soltó su mano de la ventana y empezó a avanzar lentamente por la cornisa. El gato le observaba sin moverse.

Al final le alcanzó. El gato se subió a su hombro como si le conociera de toda la vida. Frotó su cabeza contra su cuello y empezó a ronronear. Jack le cogió con una mano y le sujetó contra su pecho. Después de todo este esfuerzo no iba a dejar suelto al gato hasta que estuvieran seguros en la habitación con la ventana cerrada. ¿Quién sería el inconsciente que había dejado salir a un gato tan pequeño por la ventana?.

Se sentó un momento para descansar antes de volver. El abismo ya no ejercía ninguna atracción sobre él. Contemplo la ciudad y se dió cuenta de que no había nada que le impidiera volver a su trabajo. Había tenido una mala experiencia, pero eso ya estaba atrás. El gatito negro le había ayudado a recuperar su equilibrio. Realmente eran el mejro amigo de los hombres del espacio.

Volvió sobre sus pasos. Cuando entró por la ventana ya había tomado una decisión. Esa misma tarde volvería a la Base Espacial y pediría la readmisión. Cuando cerró la ventana cogió al gato entre sus manos y le alzó a la altura de sus cabeza: 'qué me dices chico ¿Quieres convertirte en un gato del espacio?'."

Bueno, algunos de vosotros habeis vivido situaciones parecidas. Supongo que en el futuro realmente seguirán sucediendo cosas así.
 

pcalero

Experto
Os pongo otro texto. Es de "La Rowan" de Anne McCaffrey. La Rowan es telépata y telequinética (ese es su Talento). Ha tenido una mala experiencia y está deprimida. Para animarla han coseguido una cachorra de barquecat, una especie evolucionada a partir de los gatos y considerada muy especial. Es muy difícil conseguir un cachorro, y si este no te acepta no hay nada que hacer. Este trozo describe como se conocen. Realmente podría ser la forma como cualquier niño conoce a su primer gato.

Tengo la versión original, por lo que esto es mi traducción. No soy ninguna profesional así que perdonad si a veces la traducción es un poco chapucera:

'"¿No te lo dijo verdad?" Lucena estaba asombrada.

Rápidamente la Rowan agitó la cabeza. "No, no me habló. No he sentido ningún toque mental en absoluto. Pero innegablemente sé que está sedienta. Específicamente de agua".'
 

pcalero

Experto
Supongo que conocereis Tailchaser's Song (la Canción de Cazarrabo) de Tad Williamson. Es un libro protagonizado por gatos. Lo lei hace muchísimo y no tengo ni idea de donde lo tengo. A mí me gustó bastante, aunque a una amiga mía no le gustó nada.
 

AleLuna

Experto
<div class='quotetop'>CITA(Maria3 @ Jul 9 2008, 05:36 AM) <{POST_SNAPBACK}></div>
Bueno, algunos de vosotros habeis vivido situaciones parecidas. Supongo que en el futuro realmente seguirán sucediendo cosas así.[/b]


Se me han salido algunas lagrimillas al pensar que en algún momento me encontraba en una situación así. Sin entrar en detalles aburridores, me sentí transportada e identificada.

Gracias María, por compartir esta belleza y gracias a Luna por ser ese gatito que me llamaba afuera de la ventana (besos)
 

AleLuna

Experto
<div class='quotetop'>CITA(Maria3 @ Jul 9 2008, 07:25 AM) <{POST_SNAPBACK}></div>
Supongo que conocereis Tailchaser's Song (la Canción de Cazarrabo) de Tad Williamson. Es un libro protagonizado por gatos. Lo lei hace muchísimo y no tengo ni idea de donde lo tengo. A mí me gustó bastante, aunque a una amiga mía no le gustó nada.[/b]

Ups, se me olvidaba, yo no conozco el libro, pero un fragmentillo no caerá nada mal en cuanto lo encuentres ;)
 

pcalero

Experto
<div class='quotetop'>CITA(Alexa16 @ Jul 10 2008, 04:27 AM) <{POST_SNAPBACK}></div>
Ups, se me olvidaba, yo no conozco el libro, pero un fragmentillo no caerá nada mal en cuanto lo encuentres ;)[/b]
Está en la biblioteca on-line que nos dijo Héctor. El autor aparece como Tad Williams.

No pienso ponerme a buscarlo entre las cajas para después ponerme a hacer otra traducción (mala) . Así que ya puedes ir bajándotelo.