En mi caso los dos sacan a veces la comida del cuenco, pero como los cuencos están sobre bandejas no se mancha nada. A veces les gusta coger la comida con la mano y llevársela a la boca, y también a veces tocan la superficie del agua con la pata con mucho cuidado. Parece como si quisieran comprobar si hay algún cocodrilo acechando.
En el caso del macho, se acerca cuando estoy comiendo y, a veces, intenta cogerme algo. Alarga la pata despacito, e intenta enganchar algo de comida con una uña para acercársela. Por supuesto no le dejo salirse con la suya, pero es divertidísimo.
La tierra de las macetas no suelen tocármela. Pero hace tiempo intenté un cambio de sitio del arenero, y como a Byakko no le gustó (sólo le tenía a él), terminó usando una maceta. Devolví el arenero a su sitio, y volví a mudarlo con éxito un mes después.
He leído que para que dejen las macetas en paz puedes usar limón. Parece ser que no les gusta el olor de los cítricos por lo que para que no toquen algo puedes poner rodajas o cáscara de limón, o rociar con agua que tenga aceite esencial de limón (o de naranja). También dicen que funciona poner piedras en la maceta de forma que no puedan remover la tierra (pequeñas para que quepan, pero suficientemente grandes para que no puedan moverlas con facilidad).
Mi chico también vino de la calle con 2 meses, una vez que estaba muy irritado (y con razón) me mordíó de verdad. El resto de veces siempre que me ha mordido ha sido jugando, y por lo tanto sin apretar. Lo peor era cuando se subía a la cama e intentaba cazar mis manos. He conseguido que ya no lo haga (o lo haga menos).
Mi solución resulta un tanto drástica. Tú me molestas, entonces yo te molesto. Primero apartaba la mano diciendo No. Si seguía con la caza, le cogía en brazos y le inmovilizaba un ratito repitiéndole no. Me aprovecho de que es muy buen chico y nunca muerde o araña para intentar escapar. Si cuando le suelto vuelve a la caza, vuelvo a apartar la mano... Al final o se tumbaba o se iba a otro sitio. Hace mucho que no persigue las manos y ha empezado a cazar pies. No lo hace a menudo, pero sigo la misma técnica, o, si no hace frío, saco los pies de la cama, y él me deja en paz (parece que sólo le interesa cazar mis pies si están debajo de la sábana o el edredón). Debe de pensar que soy una aguafiestas, pero no quiero que me haga eso.
Siempre que le acaricio y me intenta coger con la boca, aparto la mano mientras digo no y si sigue con el juego me largo. Dado que le gusta mucho estar conmigo, va aprendiendo a moderarse cuando le digo no. Solo lo hago cuando no ha dado muestras de estar cansado de que le acaricie. De todas formas desde que tengo dos gatos esos juegos los hace más con Suzaku.
Suzaku nunca me ha mordido ni arañado. Cuando la estás acariciando y se cansa, empieza a agitarse, y si no la dejas en paz puede amenazarte con la boca y la pata. Ese es uno de los principales motivos por los que pasan de estar siendo a acariciados a arañar, porque se cansan. También a veces lo que pasa es que se han sentido amenazados. Si les tocas la tripa por ejemplo algunos se sienten atacados y contraatacan. Fíjate si te ataca cuando tocas alguna parte concreta del cuerpo, porque puede ser eso.
Mi chico es mucho más tímido con la gente que Suzaku, creo que se debe a que no fue socializado de pequeño. Pero he terminado descubriendo que es un curiosón imprudente. Cuando lo que entra en casa es otro gato, un perro, un mueble... es mucho más lanzado que Suzaku. Lo comento porque tendems a creer que sólo porque es tímido con la gente se trata de un gato tímido. Los gatos mal socializados pueden ser muy tímidos con la gente y muy atrevidos en todo lo demás.