Massifú Se Fue Un Viernes...ii

Massifu

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Hermosa caloría, quien te ama?
23/02/10
Me he despertado despacio, he abierto un ojo y luego el otro esperando que todavía fuera Sábado, que Rubén estuviera dormido al otro lado de la cama y que todo hubiese sido un mal sueño. Pero no he tenido esa suerte.
El único sueño que he tenido hoy era que encontrabamos a Massi tras la puerta de una de las cocheras de una casa abandonada del barrio, débil, sin apenas poder moverse después de tantos días sin comer, beber ni ver la luz. La destrozamos con no sé qué y nos llevamos a Massi a casa, a su casa. Pero tampoco he tenido esa suerte.
Anoche dormí con la Sari. Después de mucho moverse al final se quedó frita a mi lado. Mi madre tiene razón cuando dice que a veces, cuando ella te mira, parece que es Massifú el que está detrás de sus ojos. Hace un rato se ha puesto a llorar de que ha venido a ver el cartel que he hecho para pegarlo en las farolas, mientras hablaba de sus ojos legañosos, esos que ahora solo puede ver detrás de los de la Sari. Supongo que no podía más y ha estallado.
He ido por el polígono mirando por todos lados, incluso en los basureros, pero nada. La gente que me veía pensaba que estaba loca, buscando algún objeto de valor perdido, un móvil o sabe dios qué, como si se me fuese la vida en ello. Bueno, al menos lo último es cierto.
Luego he vuelto al Barrio y he callejeado llamándole. Pero nadie respondía. He ido incluso a la casa de la Peruana, que es una mujer que de pequeña nos daba mucho miedo a los niños de por allí y no sé por qué íbamos a llamar al timbre y a salir corriendo asustados. Se ha asomado una vieja rapada, en bata que apenas se dejaba ver por la rendija entre la puerta y el marco, y le he dicho que mi gato, perdido, va mucho por allí, que si le había visto. Me ha dicho que ve muchos gatos por allí, pero que si vuelve a ver un gato amarillo irá a mi casa a avisarme. Ha sido una mujer amable, y me ha dado hasta lástima, no sé que clase de leyenda falsa llevará a sus espaldas para tenerle tanto miedo.
He vuelto a casa y me he sentado en las escaleras, por si apareciera. Le he imaginado en la sillita azul de madera dormitando, evitando el viento. Me he imaginado que aparecería saltando la verja, con dificultad por supuesto, que diría miá con vagueza y se tumbaría en los escalones, debajo de mis piernas, ronroneando muy fuerte.
Hace un momento ha vuelto a llover. No entiendo qué le pasa al tiempo, no se habrá enterado que Massi se ha perdido y no paramos de buscarle, que tiene que brillar para que Massi salga de su escondite y vuelva a casa maullando casi con esfuerzo.
No sé si el evento servirá para algo, al menos todo el mundo sabrá que existe un gato llamado Massifú, que es amarillo, gordo y vago y es el amor de mi vida.

http://www.youtube.com/watch?v=WmBYyPIGvAE