A mí me pasó algo parecido con mi padre, al que tampoco soporto, ni soportan mi madre y mi hermano. Gracias a Dios mis padres se separaron hace unos seis años ya, y fuimos todos mucho más felices.
Fíjate que poco lo debíamos soportar que mi hermano ni si quiera lo saluda si lo ve por la calle. Un día se encontraron y mi hermano cruzó a la otra acera para no acercarse si quiera.