Nuevo Gato En Casa

Clippeer

Recién Llegado
Buenas soy nuevo en este foro, mi problema es el siguiente. Acabo de irme hace unos mese a vivir a mi nueva casa con mi novia, resulta que los dos tenemos gato, ahora esta viviendo con nosotros el mio es un Maine coon macho de dos años sin castrar lleva un mes y ya se ha adaptado a la casa bastante bien, ahora queremos traernos el de ella es un comun europeo castrado, pero tenemos miedo de que se peleen y se hagan daño,¿ como deberiamos hacer la adaptacion? por que el gato nuevo se tiene que adaptar a la casa nueva y al compañero nuevo, bueno este es mi problema espero que me podais ayudar gracias
 

Kashmira

Experto
Hola Clipper !

Bienvenido al foro !

Como bien sabes en los gatos cualquier cambio dentro de casa al igual que un cambio de domicilio les produce mucho estrés.

Además de lo normal en estos casos, hacer las presentaciones poco a poco, como por ejemplo tener a los gatos cada uno en una habitación y al cabo de unas horas cambiarlos para que se acostumbren al olor y luego la primera vez que los presentes para evitar algún problema puedes hacerlo cada uno en su transportín de este modo podran verse y olerse sin peligro de alguna conducta violenta por parte de alguno de ellos ó de ambos.

Te aconsejo pruebes FELIWAY DIFUSOR, que sirve para la prevención y control de conductas asociadas a estados de estrés en el gato.

Puedes leer acerca de FELIWAY DIFUSOR aquí :


http://tienda.vetpunta.com/product_info.php/products_id/720


Mucha Suerte!


Saludos,


Kashmira.
 

yahora

Usuario
Te dejo las pautas de presentación q enumeró una etologa en otro foro q leo, a mi me funcionaron muy bien cuando le traje un hermanito a mi gatito y ahora se adoran, en mi caso se aceleró mucho el proceso pq al 3º día ya no había ni bufidos y desde entonces son uña y carne, pero cada gato es un mundo

- Pautas de presentación -

Cuando llegues a casa con el nuevo inquilino no los presentes de golpe NUNCA, ya que esto será por lo general el principio de una mala relación o de una relación que tardará mucho más en consolidarse como buena, además de llevarse los dos unos cuantos arañazos, o cuando menos, bufidos y disgustos.

• Deja al gato nuevo en el trasportín y que el “dueño de la casa” se acerque a olerlo durante unos minutos.
• Después de esta “presentación preliminar ” déjalos en partes separadas de la casa de modo que puedan olerse por debajo de la puerta, pero sin poder verse ni atacarse. Esto durante un periodo mínimo de 2 semanas.
• Mientras cada gato esté en esta fase de “confinamiento separado”, cámbiales la arena, pon la de uno (con caquitas y todo) en el sitio del otro y viceversa. Así se irán acostumbrando a sus nuevos olores.
• Tenlos sólo juntos cuando alguien esté presente y les pueda vigilar, y hazlo de forma gradual (cada vez más tiempo, según veas que se toleran) . Cuando no estés en casa tenlos en cuartos separados hasta que su aceptación el uno por el otro sea total y absoluta.
• Los animales esterilizados son menos territoriales, esterilízalos y evitarás futuras peleas.
• Dales premios cuando se porten bien el uno con el otro. En especial al gato que ya tenías, para que no se sienta desplazado por el nuevo, y mímales mucho más de lo habitual.
• Incítales a jugar juntos participando tu al principio con una cuerda o similar.
• Si les gusta la malta, úntales un poco la boquita o alguna patita con ello para que el otro le lave y creen vínculos. Esto sólo en caso de que ya medio se acepten, claro, porque de lo contrario puedes empezar una pelea.

Si después de esto se tienen problemas de agresividad entre los gatos, lo primero que hay que evaluar es si se trata de algo normal (se bufan, por ejemplo, cosa que es normal que hagan al principio) o si la cosa se alarga mucho más en el tiempo sin llegar a estabilizarse, en cuyo caso debemos ayudar un poco a que llegue la armonía. Tendremos que tener en cuenta que los gatos son muy exagerados y muchas veces lo que parece una gran pelea es simplemente un intercambio de maullidos y chillidos, que, si bien , nos asustan, realmente son intentos de intimidar al otro gato, sin llegar al ataque.

-Enfrentamientos:

Los enfrentamientos a veces son necesarios cuando el orden está sin establecer en casa...si les separas, lo único que consigues es aplazar esto y a veces perpetuarlo

No pasa nada, no te preocupes, chillan mucho, pero luego no se hacen nada, como mucho un arañazo en la nariz. Son muy exagerados, pero realmente es todo apariencia. Si se fueran a pelear de verdad lo habrías visto, creeme, tu y 50 vecinos a la redonda

Además si te metes, pueden empezar a utilizar esto como arma para conseguir tu apoyo, o sea: gritar más para que tu vengas a defender a alguno

Sólo si ves que el enfrentamiento es serio (MUY serio, repito que si te metes cuando no lo es estás contribuyendo a que este problema siga), se puede intervenir, con un spray de agua, una palmada seca, o, en casos más extremos, echándoles una manta encima.

-Métodos:

Tu puedes ir facilitando ese proceso de adaptación, con condicionamiento positivo (vale para casi todo). Cuando estén juntos sin gruñirse ni nada, les das premios (golosinas, malta o lo que les guste), juegas con ellos a algo que puedan jugar juntos (con una cuerda, un plumero, un láser...no con algo tipo ratón que uno se pueda llevar y pelearse por ello los dos). También les dices cositas, les haces más mimos...es muy importante que sólo les des premios cuando pase esto, si se los das en alguna otra ocasión no van a discriminar que es por portarse bien, van a generalizarlo.

También es recomendable el uso del Feliway y, sobre todo, flores de Bach, van genial

Y luego está el truco de la gasita...compra gasas en la farmacia, y frota con una la parte debajo de la mandíbula, donde acaba y se une con el cuello (en los lados), donde ellos se frotan contra los muebles y contra nosotros. Ese frotado no es mimo como a veces pensamos...es que nos marcan como suyos, ya que por esa zona sueltan feromonas. Bueno, pues tu frota la gasita lo que te deje (sin hacerle daño, claro, suave pero con firmeza), mejor en el que sea más dominante de ambos, y luego, con esa misma gasa frotas todo el cuerpo del otro. De este modo, el nuevo gato va a oler más al dominante, y este le aceptará mejor. Esto lo haces todas las veces que puedas sin que se harten.

Hay un método que consiste en colocar una red en una puerta, para que se vean pero no se puedan atacar, para que se relajen en presencia de la otra. Les pones la red y les dais latita, o jamón o lo que sea a cada una en su lado (al principio más lejos de la red y según pasen los días más cerca, y a los dos gatos a la vez, uno para otra persona y otro para ti). Esto se puede hacer también con un cristal o algo así por medio (vamos, que se vean). También se puede hacer sin nada, pero ahí ya, si alguna hace amago de atacar a la otra, cortáis el estímulo positivo (golosina) y os vais como si nada, ignorándolos.

Si uno de los gatos huye siempre del otro tenemos un problema, porque de ese modo está reforzando el comportamiento agresivo del que persigue (yo amenazo y el se va)...así que se debería intentar distraer al miedoso cuando esto pase, se que es difícil, pero hay que desviar su atención para que no se vaya...sin comida, eso si, no sea que piensen que cada vez que se encaran hay premio!

Con esto de acercarles la comida poco a poco (lo de la red), podéis hacer también una terapia de desensibilización sistemática. Consiste en (sin red), ponerles el plato de comida al principio lejos del otro gato (unos 3 metros), pero sin comida. Cuando los dos se comporten de manera relajada ante la presencia (aunque lejana) del otro, les echáis un poco de comida. Acercáis el plato gradualmente al otro gato, siempre teniendo en cuenta que nunca debe subir el umbral de miedo ni de agresión, en cuanto veáis que uno se pone nervioso, gruñe o algo así, volvéis un paso atrás y seguís igual: comida sólo cuando estén a gusto viéndose. Así vais acercando cada vez más el plato, y no os deis prisa, esto lleva mucho tiempo. Si la cosa se complica, podéis hacer lo mismo pero con trasportines con ellos dentro y les dais alguna golosina a través de la puerta si según os acercáis están tranquilos viéndose. O con un arnés.

IMPORTANTE: no hay un sólo premio fuera de estas sesiones, para que aprendan a discriminar que sólo cuando se toleran hay premio. Si les gusta la malta, dádsela sólo en estos momentos, no luego. Laura Perales (KAT)
 

Clippeer

Recién Llegado
Muchas gracias a los dos, la semana del puente que estaremos mas en casa lo intentaremos a ver que sucede gracias por los consejos un saludo
 

mopsi

Recién Llegado
Hola,

soy nueva en este foro, y tengo una consulta relacionada con este titulo.

Hace 6 o 7 semanas hemos traido una gata nueva a casa (Nala), tiene un año y medio.
El gato que tenemos de siempre (Felix) tiene 7 años, y es muy tranquilo.
Pensamos que con él no habría demasiados problemas de aceptación, hace muchos años ya convivio con otra gatita y no hubo problemas, mas bien la ignoraba.

La verdad es cometimos el error de no seguir las pautas de presentación (empecé a leer foros de gatos cuando surgieron los problemas!)

Traimos a Nala y su primera reacción desde el transportín fue bufar a Felix. Felix, en cambio se acercó a ella, la olió y nada, se alejo sin inmutarse por los bufidos.

Cuando llevamos aNala al ático, para enseñarle el lugar para hacer sus necesidades, se escondió entre las cajas. De allí no salió en varios días.

Es una gatita miedosa.
Con el tiempo hemos conseguido que no tenga miedo de nosotros, y cuando se siente segura, ya ha empezado a jugar con nocotros y con las cosas.

El problema es que sigue aterrosizada de Felix. Tanto que algún día se ha hecho pis del miedo, cuando Felix la persigue.

Cada vez que Felix se acerca, se pone a gruñir, bufar, y gritar muy alto. Como es pequeña ha encontrado escondites, donde el "gigante Felix" no puede entrar, y se pasa el día allí metida. Muchas veces la tenemos que llevar a comer porque no se atreve.

Felix está cambiando, al principio la ignoraba, ahora la persigue y le echa la zarpa. Lo he comprendido cuando he leído este parrafo las pautas de presentación:
<blockquote>Si uno de los gatos huye siempre del otro tenemos un problema, porque de ese modo está reforzando el comportamiento agresivo del que persigue (yo amenazo y el se va)...así que se debería intentar distraer al miedoso cuando esto pase, se que es difícil, pero hay que desviar su atención para que no se vaya...sin comida, eso si, no sea que piensen que cada vez que se encaran hay premio!</blockquote>

Hemos intentado, lo de tenerlos separados, intercambiar la tierra, FeliFriend, etc... pero claro, después de que el daño ya estaba hecho.

Estamos dudando si algún 'día Nala perderá su miedo a Felix, o la vamos a tener que regalar, porque creo que no deben vivir así siempre, no puede ser bueno para ella vivir con terror.

Muchas gracias por vuestros consejos
 

Dario

Recién Llegado
Hello Clipper
Muy a parte de lo que te han planteado en el anterior mensaje, te aconsejaría castrar tu gato. Una decisión muy tuya al final. Pero qué te traerá si no lo haces:
Pues que el gato no castrado siempre se impondrá, marcando constantemente su territorio, mientras que el castrado no requerirá esa necesidad de imponerse a cada encuentro. Ambos al conocerse decidirán quién ha de llevar el mando, algo muy natural entre los animales, aun en casa. Pero si entre ellos existe ese tipo de diferencia (ya que el no castrado estará produciendo hormonas) intentará, con sierta agresividad, imponenrse sobre el otro que muy seguramente ha de ser más pasivo.
A todo lo anterior has de sumarle que el no castrado al marcar su territorio dejará por doquier sus chorritos de orina (mucho más apestosa si no es castrado), por lo que la casa o apartamente tendrá ese olor característico y algo desagradable constantemente, viendote obligado a una limpieza a cada momento. Lo otro sería que se marchará o lo intentará buscando una hembra, cosa que enseñará al castrado a estar él también en la calle, aunque no salga por las mismas ideas.
Repito, el castrarlo ha de ser una resolución muy tuya.
Un saludo y no temas mucho, los gatos son más dócil de lo que muchos creen
Dario