¿Se puede tener más mala suerte? Mi pequeña Momo también tiene pif, lo mismo que se llevó a Tica. Pero esta mini-gatita (tiene más de un año y nunca ha llegado a los 2kg) es toda una luchadora. Como imaginareis, al recibir la noticia se me cayó el mundo encima. Momo empezó a ponerse amarilla y le subía la fiebre a menudo. En el vete (uno diferente del de Tica, claro) le han dado un tratamiento a base de antibiótico y cortisona que le está yendo muy bien. Sabemos que no se va a curar, pero come con un apetito felino (nunca mejor dicho, jeje) y está muy cariñosa. Lo único negativo es que cuando recuerda los dos pinchazos al día que le doy se aleja un poco de mí, pero por lo demás su reacción ha sido de libro: se le han empequeñecido los bultos del abdomen, ya no está amarilla ni tiene tanta fiebre, y ha recuperado mucha vitalidad.
Mañana volvemos al vete. Habrá que cambiarle la dosis de cortisona, así que es posible que vuelva a empeorar. Pero esta chiquitina seguro que pone toda su energía por vivir un poco más. La verdad es que estoy sorprendida, cada día que puedo disfrutarla es un regalo.
Desde hace un par de meses tengo también otro minino conmigo, Panchito, un gatote negro y robusto al que le calculamos unos 8 meses. Da mucha alegría, aunque el pobre intenta jugar con Momo, como al principio, y ella no quiere. Como está malita... Pero Panchito no entiende nada, angelito...
En principio me han dicho que es muy poco probable que se le contagie el pif. La verdad es que he tenido mala suerte en esto, pero también una buena suerte inmensa por lo buenísimos que son los dos y lo buenísima que fue Tica.
El consuelo es pensar que al menos conmigo habrán vivido bien, y que dudo que nadie los quiera tantísimo como yo.
En fin... Sólo quería desahogarme un poco. La mayoría de la gente que conozco no puede entender esto.
Besotes.
Mañana volvemos al vete. Habrá que cambiarle la dosis de cortisona, así que es posible que vuelva a empeorar. Pero esta chiquitina seguro que pone toda su energía por vivir un poco más. La verdad es que estoy sorprendida, cada día que puedo disfrutarla es un regalo.
Desde hace un par de meses tengo también otro minino conmigo, Panchito, un gatote negro y robusto al que le calculamos unos 8 meses. Da mucha alegría, aunque el pobre intenta jugar con Momo, como al principio, y ella no quiere. Como está malita... Pero Panchito no entiende nada, angelito...
En principio me han dicho que es muy poco probable que se le contagie el pif. La verdad es que he tenido mala suerte en esto, pero también una buena suerte inmensa por lo buenísimos que son los dos y lo buenísima que fue Tica.
El consuelo es pensar que al menos conmigo habrán vivido bien, y que dudo que nadie los quiera tantísimo como yo.
En fin... Sólo quería desahogarme un poco. La mayoría de la gente que conozco no puede entender esto.
Besotes.