No ha habido suerte. Aquello iene cientos de escondrijos donde puede estar. Hay maderas, material, plásticos, de todo lo que os podáis imaginar y por más que lo hemos llamado, no ha salido. Debe estar muerto de miedo, porque los perros no paran de ladrar, o cabe la posibilidad de que se haya escapado, (hay que ver la reja) y en ese caso, se acabó.
Todavía nos queda una esperanza, porque esta mañana, lo han visto y han puesto jaulas trampa con comida, y yo creo que si tiene hambre, al final saldrá.
Hemos ido tambien por fuera,por el campo entre la maleza, ya que estábamos allí, pero ná de ná.
Hemos vuelto fatal, por no haberlo encontrado y por ver el panorama que tienen allí. No sé por qué las administraciones se tapan los ojos ante la situación tan precaria que tienen estos refugios. Los veterinarios se merecen un momumento por las condiciones de trabajo que tienen. BastanteLimpios están los recintos de los animales, para como están las instalaciones.
Está para tirarlo todo y hacerlo nuevo.
Y bueno, si entro en el tema de esas miradas de los animales cuando pasábamos por su lado, no podré seguir escribiendo. Supongo que sabréis a qué me refiero. Me los he llevado clavados.
En fin, ahora sólo nos queda esperar a que salga si aún está y que pueda volver al jardín. Se llama Panchito y os pongo la foto.