Cada gato, que llega a un hogar, es por algún motivo. Es decir; detrás de la llegada de ese ser vivo a casa, hay una historia, contando, el porque tenemos a ese gato.
Unos compran un gato, porque se sienten solos y el animal les hará compañía, así que van a un criador o a una tienda de animales y lo compran, a otros se lo regalan, otros se los encuentran y deciden darle hogar, etc...
Vida es un gato tierno, flaco y asustadizo...estaba ahí, abandonado, con frío, hambre y cansancio. Un pobre diablo abandonado y arrastrado por la miseria. Supongo que sobrevivió medianamente con lo que encontraba en los contenedores...
Le prometí escribiros sobre él y que os iba a poner la primera de sus fotografías, para que asi, poco a poco podais ver como mejora, y se convierte en lo que es, aunque nadie lo vea; un gato lleno de VIDA y no el ser indefenso que nos encontramos.
¿Porué le hice esa foto? Para ver si de una vez, la gente se conciencia que un animal es un ser vivo, que siente, que se entristece, y cuando no puede más...se tumba en cualquier lugar para esperar a la muerte.
Vida, tiene sueños por la noche y me los cuenta como un pequeño muñeco sonámbulo. Me los cuenta en forma de tiernos ronroneos. Y cuando me despierto por la mañana, me lo encuentro sobre la almohada, con sus ojos clavados en mi cara, esperando que le cuente los sueños que yo he tenido.
Y empiezo a hablarle y le cuento cómo es el reflejo de la luna en su redonda barriga, cuando a las tres de la madrugada me despierta y lo veo junto a mí...
Cuando me voy por las mañanas de casa, envuelvo el despertador con una pequeña manta, y lo dejo sobre el cesto: él se tumba allí para escuchar el tic-tac del reloj, y se queda más tranquilo, porque creerá que son los latidos de mi corazón. Sólo esa mentira le hago. Bueno, también otra: cuando llego a casa le digo que no le he echado de menos. Él me mira y sabe que el tiempo que he estado fuera, he contado uno por uno los latidos de mi corazón, como los segundos del tiempo. Mi reloj es su corazón y mi corazón su tiempo.
P.D. Si no os gusta el nombre decirme alguno, porque la verdad, estamos faltos de imaginaciòn en casa.
El período de adaptaciòn lo esta pasando en mi habitación
Ya os dirè como le salen las pruebas, que se las haremos esta semana. Cruzar los dedos.
Saludos
Unos compran un gato, porque se sienten solos y el animal les hará compañía, así que van a un criador o a una tienda de animales y lo compran, a otros se lo regalan, otros se los encuentran y deciden darle hogar, etc...
Vida es un gato tierno, flaco y asustadizo...estaba ahí, abandonado, con frío, hambre y cansancio. Un pobre diablo abandonado y arrastrado por la miseria. Supongo que sobrevivió medianamente con lo que encontraba en los contenedores...
Le prometí escribiros sobre él y que os iba a poner la primera de sus fotografías, para que asi, poco a poco podais ver como mejora, y se convierte en lo que es, aunque nadie lo vea; un gato lleno de VIDA y no el ser indefenso que nos encontramos.
¿Porué le hice esa foto? Para ver si de una vez, la gente se conciencia que un animal es un ser vivo, que siente, que se entristece, y cuando no puede más...se tumba en cualquier lugar para esperar a la muerte.

Vida, tiene sueños por la noche y me los cuenta como un pequeño muñeco sonámbulo. Me los cuenta en forma de tiernos ronroneos. Y cuando me despierto por la mañana, me lo encuentro sobre la almohada, con sus ojos clavados en mi cara, esperando que le cuente los sueños que yo he tenido.
Y empiezo a hablarle y le cuento cómo es el reflejo de la luna en su redonda barriga, cuando a las tres de la madrugada me despierta y lo veo junto a mí...
Cuando me voy por las mañanas de casa, envuelvo el despertador con una pequeña manta, y lo dejo sobre el cesto: él se tumba allí para escuchar el tic-tac del reloj, y se queda más tranquilo, porque creerá que son los latidos de mi corazón. Sólo esa mentira le hago. Bueno, también otra: cuando llego a casa le digo que no le he echado de menos. Él me mira y sabe que el tiempo que he estado fuera, he contado uno por uno los latidos de mi corazón, como los segundos del tiempo. Mi reloj es su corazón y mi corazón su tiempo.
P.D. Si no os gusta el nombre decirme alguno, porque la verdad, estamos faltos de imaginaciòn en casa.
El período de adaptaciòn lo esta pasando en mi habitación

Saludos