Hola, Minako
Desgraciadamente, el hecho de velar por el bienestar de nuestros gatos incluso después de dejar nuestra casa, la existencia de un contrato de cesión que debe ser firmado por cuantos vayan a convivir con el animalito y las demás condiciones que exigimos [tener al gato en un entorno seguro, con ventanas, balcones, terrazas protegidos; alimentación de gama alta; prohibición de ser desungulados, revendidos o cedidos sin nuestro consentimiento] hace que no encontremos mucha gente dispuesta a comprometerse y aceptarlo.
Por ese motivo, no es la cuestión económica la que más nos preocupa en estos momentos: para los ejemplares de compañía, nos basta con la misma cantidad simbólica que se entrega en una protectora, equivalente al precio de la castración.
Os sorprendería descubrir que mucha gente prefiere pagar una pasta, y no firmar ni un sólo papel, llevarse al gato o que se lo envíen por mensajería [algo que jamás hemos hecho ni haremos] y santas pascuas, si te he visto-no me acuerdo.
Por eso, si alguien cree que podría aceptar nuestro compromiso, le rogaríamos que se pusiera en contacto con nosotros.
Un cordial saludo y FELIZ NAVIDAD! (bye)