Como ocurre en la mayoría de especies, es fundamental que un gato bebé sea alimentado por su madre hasta que haya adquirido la inmunidad y aprendido las habilidades necesarias para valerse por si mismo. El calostro de la leche materna, compuesto por inmunoglobulinas, agua, proteínas, grasas, carbohidratos y otros componentes, contiene los nutrientes necesarios para el desarrollo de las defensas en los gatitos.