Maravillas de la castración, el gato no sólo ha dejado de oler a pipí, sino que ha cambiado completamente de carácter. De lloricón y pasivo, ahora parece que tiene 4 meses, no para de jugar y se asea a menudo. Al parecer, no se aseaba para mantener el olor que supuestamente debía atraer a las...