Hay personas que consideran la esterilización o castración como algo "antinatural". Personalmente, creo que es lo mejor que podemos hacer por nuestros gatos. Evitamos que sufran con el celo y, en ciertos casos, que se marchen de casa durante los días que dura, poniendo en peligro sus vidas. Desgraciadamente, algunas veces los gatos no regresan a sus hogares, pues son vulnerables a accidentes, atropellos, peleas, etc. Además, evitamos embarazos no deseados y que vengan al mundo gatitos que no podemos cuidar.
Mis tres gatos están operados (son dos hembras y un macho) y en ningún caso he observado que cambiaran su comportamiento ni su personalidad.
En alguna ocasión he sentido un poquito de pena porque, en especial mi gato León, no pueda tener descendencia (¡es guapísimo y seguro que sus vástagos también lo serían!), pero este planteamiento no deja de ser muy egoista por mi parte.
León es quien necesitaba más que ningún otro que le esterilizasen. Cuando era jovencito (ahora tiene 8 años), su antigua dueña (mi hermana) le dejaba (o, mejor dicho, le incitaba a) salir de casa. Un día vino con una patita herida, fruto de la mordedura de un perro de la vecindad. León no se recuperó totalmente de la lesión en la pata, aunque hace vida normal. Si no le hubiese esterilizado y se hubiese vuelto a ir de casa, seguramente, tarde o temprano, le hubiese pasado otro accidente y no habría vuelto.
En definitiva, no tener hijitos suyos es el precio que tengo que pagar por tenerle a él. Y me compensa con creces, pues le adoro.
Espero que la operación de Gato sea un éxito. Ya nos contarás.
Un abrazo.