Todos son irremplazables, todos dejan una huella imborrable. Pero también dejan ganas de empezar una nueva historia, distinta, pero igualmente maravillosa, con un gato que tendrá su propio hueco en nuestro corazón.
Son todos tan distintos que es imposible pensar siquiera que puedan ocupar el lugar del otro.
Son todos tan distintos que es imposible pensar siquiera que puedan ocupar el lugar del otro.