Cuando llega el momento de "dormir" a tu animal (en este caso mi gata) se supone que debe ser eso, DORMIR para luego morir o en todo caso morir directamente mediante una inyección sin que el animal sufra nada más que el pinchazo. Voy a relatar la agonía que tuvo que pasar ayer mi gata por culpa de una panda de incompetentes:
Ishtar: 4 años y medio, tiene linfoma. Después de haberla aguantado hasta que ya me pareció egoísta por mi parte y con mucha pena, decido acabar con su sufrimiento ya que no comía y lo poco que podía comer lo vomitaba.
13:45 voy a la clínica VETERINAREA en Villalba (Madrid) y después de esperar un rato y firmar un papel nos pasan a consulta y ahí empieza el horror.
13:55 a pesar de explicarles que no le busquen una vía para ponerle intravenosa, ya que sé que no la van a encontrar porque su veterinario habitual tuvo que pincharle en la yugular en una ocasión, se empeñan en hacerlo, sacan una máquina cortapelo que hace un ruido que asusta a la gata y le rapan la pata. Pinchan una, dos, tres, cuatro...nada. Como es de suponer, la gata está asustada.
Deciden ponerle un anestésico para posteriormente pincharle en el corazón o riñones la inyección letal.
Pasa un rato y la gata no se duerme, pero está atontada, a todo esto ruidos, gente que entra y sale de la consulta, perros ladrando...Mi gata se entera de todo.
Deciden ponerle una dosis de perro (palabras textuales) para ver si se duerme. Se la pone la "veterinaria" y me dice que se tiene que ir, pero que ahora vienen a terminar la faena.
Me dejan sola con mi gata que empieza a tener espasmos. Aviso y entra una chica, que dice que me vaya, que esto no va a ser agradable ¿no me digas? se supone que el animal no sufre. La gata sigue con espasmos, qué mala suerte, según ella sólo ocurre en uno de cada 10 gatos.
14.30...La gata con espasmos y parece que se está ahogando, todavía no le ponen la inyección, la chica insiste en que me vaya que ya no puedo hacer nada, me dice que "le de un besito" (como si estuviésemos en párvulos) Me empiezo a cabrear seriamente.
14.40 Decide ponerle la inyección dice que no mire. Un pinchazo al corazón nada, otro pinchazo nada, mi gata se ahoga y le digo que lo deje. Entonces se encara conmigo, dice que la estoy poniendo nerviosa y que así no puede trabajar. Discutimos...a todo esto, mi gata agonizando entre las dos. Se va la tipa y entra una tercera.
14.45 Me recrimina mi forma de hablar a su compañera, que ha salido llorando, más discusión... la mataperros dice que mi gata se está enterando de todo y me está oyendo gritar ¿ah sí? pero se supone que no iba a sufrir, entonces si se entera de todo y ha tenido espasmos, se está ahogando y le han pinchado dos veces buscando el corazón: MENUDA MUERTE DE MIERDA ESTÁ TENIENDO.
Mi gata agoniza...Le digo que termine con esto de una vez casi teniéndole que pedir perdón por mi comportamiento.
14.50 Le pincha en los riñones y no sé si muere del pinchazo o muere de la sobredosis de anestesia. Han pasado 55 minutos de tortura.
Esta es mi horrible experiencia, se suponía que iba a ser triste pero rápido y sin sufrimiento con lo cual ahora, además de la pena de no tener a mi gata, se suma el saber que se fue de este mundo con un horrible sufrimiento por culpa de una panda de niñatas incompetentes.
CLÍNICA VETERINAREA EN VILLALBA, MADRID. Yo que vosotros me lo pensaría dos veces antes de entrar ahí.
Ishtar: 4 años y medio, tiene linfoma. Después de haberla aguantado hasta que ya me pareció egoísta por mi parte y con mucha pena, decido acabar con su sufrimiento ya que no comía y lo poco que podía comer lo vomitaba.
13:45 voy a la clínica VETERINAREA en Villalba (Madrid) y después de esperar un rato y firmar un papel nos pasan a consulta y ahí empieza el horror.
13:55 a pesar de explicarles que no le busquen una vía para ponerle intravenosa, ya que sé que no la van a encontrar porque su veterinario habitual tuvo que pincharle en la yugular en una ocasión, se empeñan en hacerlo, sacan una máquina cortapelo que hace un ruido que asusta a la gata y le rapan la pata. Pinchan una, dos, tres, cuatro...nada. Como es de suponer, la gata está asustada.
Deciden ponerle un anestésico para posteriormente pincharle en el corazón o riñones la inyección letal.
Pasa un rato y la gata no se duerme, pero está atontada, a todo esto ruidos, gente que entra y sale de la consulta, perros ladrando...Mi gata se entera de todo.
Deciden ponerle una dosis de perro (palabras textuales) para ver si se duerme. Se la pone la "veterinaria" y me dice que se tiene que ir, pero que ahora vienen a terminar la faena.
Me dejan sola con mi gata que empieza a tener espasmos. Aviso y entra una chica, que dice que me vaya, que esto no va a ser agradable ¿no me digas? se supone que el animal no sufre. La gata sigue con espasmos, qué mala suerte, según ella sólo ocurre en uno de cada 10 gatos.
14.30...La gata con espasmos y parece que se está ahogando, todavía no le ponen la inyección, la chica insiste en que me vaya que ya no puedo hacer nada, me dice que "le de un besito" (como si estuviésemos en párvulos) Me empiezo a cabrear seriamente.
14.40 Decide ponerle la inyección dice que no mire. Un pinchazo al corazón nada, otro pinchazo nada, mi gata se ahoga y le digo que lo deje. Entonces se encara conmigo, dice que la estoy poniendo nerviosa y que así no puede trabajar. Discutimos...a todo esto, mi gata agonizando entre las dos. Se va la tipa y entra una tercera.
14.45 Me recrimina mi forma de hablar a su compañera, que ha salido llorando, más discusión... la mataperros dice que mi gata se está enterando de todo y me está oyendo gritar ¿ah sí? pero se supone que no iba a sufrir, entonces si se entera de todo y ha tenido espasmos, se está ahogando y le han pinchado dos veces buscando el corazón: MENUDA MUERTE DE MIERDA ESTÁ TENIENDO.
Mi gata agoniza...Le digo que termine con esto de una vez casi teniéndole que pedir perdón por mi comportamiento.
14.50 Le pincha en los riñones y no sé si muere del pinchazo o muere de la sobredosis de anestesia. Han pasado 55 minutos de tortura.
Esta es mi horrible experiencia, se suponía que iba a ser triste pero rápido y sin sufrimiento con lo cual ahora, además de la pena de no tener a mi gata, se suma el saber que se fue de este mundo con un horrible sufrimiento por culpa de una panda de niñatas incompetentes.
CLÍNICA VETERINAREA EN VILLALBA, MADRID. Yo que vosotros me lo pensaría dos veces antes de entrar ahí.