:-( no se puede superar del todo cuando parten...la siguiente reseña es un homenaje a Tomasito.
Significó mucho para mi, a fines del 2001 lo compré bebé en una feria de mascotas, ya que no tenía quien me diera uno en adopción, él me acompañó en los momentos más difíciles, en desempleo cuando nos conocimos, rupturas, tristezas y alegrías, tuvo una camada con su novia que vivía al frente, nos regalaron una cría, Shiraz y ésta a su vez de incesto tuvo 4 (fotito de 3), regalaron a dos y a Shiraz, quedaron el Blanquito que fue robado y el tipo azulado Negrito que por voluntad se fué poco después que falleció papá Tomás.
En abril del 2007, volvió Tomás con una patita delantera fracturada y era obvio que no fue por caida sino por un golpe como si le hubieran dado un fuerte palazo, nunca lo sabré con certeza ni quien fué, el veterinario lo enyesó pero en gatos no funciona, les quita agilidad, arrastran, se les resbala de la pata, el veterinario dijo mejor es una férula osea como a los humanos con fierros que crucen el hueso para que suelde, ya le había pasado cosas, peleas con otros gatos, pero éste si fue el principio del fin.
Para empezar casi me desmayo de la impresión, yo lo dejé puesto por el veterinario en una jaulita con un sedante porque estaba asustadísimo, lo recogí al día siguiente cuando lo vi estaba con la pata pelada con los fierros cruzándola, los efectos de anestecia lo tenía atontado y no coordinaba sus movimientos. Paso más de un mes, no pegaba el hueso, al menos el gato se movilizaba mejor y lo curaba para que no se infecte en la salida de los fierritos, cuando soldó se los sacaron, le creció pelo en la pata y ya quería volver a sus techeadas pero no lo dejé, en Julio pasó lo peor, se escapó una noche de lluvia y resbaló, no me dí cuenta, el golpe hizo que falleciera no al instante sino que subió escaleras y fué hasta la cama de mi hermano, luego de convulsionar y vomitar falleció, al día siguiente recién me lo dijeron, ni pedi permiso en el trabajo, lo vi, como dormido, que culpable me sentí, mi papá lo enterró en el jardín le compré unas flores y lloré a mares, quien ahora es mi esposo me acompañó, algunos amigos vinieron y el luto lo llevé por dentro hasta varios meses después, ahora comparto con uds éste sentimiento de dolor, descansa en paz mi Tomasito.
Significó mucho para mi, a fines del 2001 lo compré bebé en una feria de mascotas, ya que no tenía quien me diera uno en adopción, él me acompañó en los momentos más difíciles, en desempleo cuando nos conocimos, rupturas, tristezas y alegrías, tuvo una camada con su novia que vivía al frente, nos regalaron una cría, Shiraz y ésta a su vez de incesto tuvo 4 (fotito de 3), regalaron a dos y a Shiraz, quedaron el Blanquito que fue robado y el tipo azulado Negrito que por voluntad se fué poco después que falleció papá Tomás.
En abril del 2007, volvió Tomás con una patita delantera fracturada y era obvio que no fue por caida sino por un golpe como si le hubieran dado un fuerte palazo, nunca lo sabré con certeza ni quien fué, el veterinario lo enyesó pero en gatos no funciona, les quita agilidad, arrastran, se les resbala de la pata, el veterinario dijo mejor es una férula osea como a los humanos con fierros que crucen el hueso para que suelde, ya le había pasado cosas, peleas con otros gatos, pero éste si fue el principio del fin.
Para empezar casi me desmayo de la impresión, yo lo dejé puesto por el veterinario en una jaulita con un sedante porque estaba asustadísimo, lo recogí al día siguiente cuando lo vi estaba con la pata pelada con los fierros cruzándola, los efectos de anestecia lo tenía atontado y no coordinaba sus movimientos. Paso más de un mes, no pegaba el hueso, al menos el gato se movilizaba mejor y lo curaba para que no se infecte en la salida de los fierritos, cuando soldó se los sacaron, le creció pelo en la pata y ya quería volver a sus techeadas pero no lo dejé, en Julio pasó lo peor, se escapó una noche de lluvia y resbaló, no me dí cuenta, el golpe hizo que falleciera no al instante sino que subió escaleras y fué hasta la cama de mi hermano, luego de convulsionar y vomitar falleció, al día siguiente recién me lo dijeron, ni pedi permiso en el trabajo, lo vi, como dormido, que culpable me sentí, mi papá lo enterró en el jardín le compré unas flores y lloré a mares, quien ahora es mi esposo me acompañó, algunos amigos vinieron y el luto lo llevé por dentro hasta varios meses después, ahora comparto con uds éste sentimiento de dolor, descansa en paz mi Tomasito.