hola a todos. Hace casi dos semanas os conté que mi amadísima gata Vidi había muerto pero no os conté su historia ni porque siempre fue especial para mi. Es una historia un poco larga así que quizás no acabe hoy de escribirla...
A Vidi la rescaté de la calle cuando era muy pequeña. Mi entonces novio Jose Antonio creyó ver correr algo a lo lejos en un parque y nos acercamos.Lo que vimos fue a una gatita diminuta quemada y apaleada. Tenía la cara destrozada a golpes y quemaduras, un patita dislocada por la cadera y un hernia en la barrigan, aún así intentó huir de nosotros y la muy valiente cuando se vió acorralada nos dedicó el único bufido que le he oido en toda su vida y acto seguido se hizo caquita del susto. Como comprendereís la amé enseguida por su fragilidad y su valor hasta la muerte. No podía quedarmela ya tenía dos gatos y mi padre entonces todavía no era un auténtico creyente ( así llamo a los que amamos a los gatos, como si amar a los gatos fuera nuevamente una religión...) de todos modos las escondí como pude en casa de amigos y la llevé al
veterinario. Siempre recordaré lo que me dijo entonces Juanjo ( totcat) y lo que yo le respondí. - con tantos golpes no se si podré reconstruirle la cara sin que le quede un ojo más arriba que el otro!!! y yo le dije - que quiere decir? que le va quedar la cara como un cuadro de picasso??? se echó a reir. Lo cierto es que eso nunca pasó VIDI tubo al final una cara preciosa y apenas se le notaban las cicatrices, había que mirarla muy bien para verlas en los ojos y la nariz. Aunque el ser una negrota supongo que ayudaba. Después de unas semanas de batallar en casa y utilizar todas las técnicas y triquiñuelas al caso conseguí traerla a casa... de esa época son las primeras fotos que tengo de ella. Con un collar isabelino para que no se chupara las heridas.. ay que torpe se sentía con ese trasto al cuello, parecía una pequeña lampara volcada.
La verdad es que siempre fue un poco pupas, tubo una infección de orina a los 3 meses y no llegaba al año cuando un plato que iba a dejar en la cocina se me resbaló de las manos y se fue contra el suelo y se hizo pedazos. Uno de ellos le salto a Ella que venia detrás mio y se llevo como premio cinco puntos en una almohadilla. Lo dicho una pupas si algo se caia siempre iba a darle a ella.
mañana sigo
A Vidi la rescaté de la calle cuando era muy pequeña. Mi entonces novio Jose Antonio creyó ver correr algo a lo lejos en un parque y nos acercamos.Lo que vimos fue a una gatita diminuta quemada y apaleada. Tenía la cara destrozada a golpes y quemaduras, un patita dislocada por la cadera y un hernia en la barrigan, aún así intentó huir de nosotros y la muy valiente cuando se vió acorralada nos dedicó el único bufido que le he oido en toda su vida y acto seguido se hizo caquita del susto. Como comprendereís la amé enseguida por su fragilidad y su valor hasta la muerte. No podía quedarmela ya tenía dos gatos y mi padre entonces todavía no era un auténtico creyente ( así llamo a los que amamos a los gatos, como si amar a los gatos fuera nuevamente una religión...) de todos modos las escondí como pude en casa de amigos y la llevé al
veterinario. Siempre recordaré lo que me dijo entonces Juanjo ( totcat) y lo que yo le respondí. - con tantos golpes no se si podré reconstruirle la cara sin que le quede un ojo más arriba que el otro!!! y yo le dije - que quiere decir? que le va quedar la cara como un cuadro de picasso??? se echó a reir. Lo cierto es que eso nunca pasó VIDI tubo al final una cara preciosa y apenas se le notaban las cicatrices, había que mirarla muy bien para verlas en los ojos y la nariz. Aunque el ser una negrota supongo que ayudaba. Después de unas semanas de batallar en casa y utilizar todas las técnicas y triquiñuelas al caso conseguí traerla a casa... de esa época son las primeras fotos que tengo de ella. Con un collar isabelino para que no se chupara las heridas.. ay que torpe se sentía con ese trasto al cuello, parecía una pequeña lampara volcada.
La verdad es que siempre fue un poco pupas, tubo una infección de orina a los 3 meses y no llegaba al año cuando un plato que iba a dejar en la cocina se me resbaló de las manos y se fue contra el suelo y se hizo pedazos. Uno de ellos le salto a Ella que venia detrás mio y se llevo como premio cinco puntos en una almohadilla. Lo dicho una pupas si algo se caia siempre iba a darle a ella.
mañana sigo