¡Hola a todos!
Antes de nada, me presento. Soy Emma, de Málaga, y me encantan los animales, aunque mi debilidad son los gatos...
Hace tres años nos regalaron una perrita, Pucca, y hace un año mi chico y yo adoptamos a Nico, un gatito callejero de apenas 1 mes que unos niños habían encontrado por mi barrio. Nico está hecho ya todo un hombretón (de hecho, creo que desde que le capamos ha engordado un pelín) y se caracteriza por ser cariñoso y muy comunicativo.
El problema me surgió ayer. Al volver del trabajo, saludo a mi novio y de repente veo detrás de él UNA PRECIOSIDAD pequeñísima, blanco y crema, de apenas 2 meses (creo), con toda la boquita rosita y unos ojos que decían "¿a que soy adorable?". Se lo había encontrado (cómo no) subido a una palmera, al lado de su trabajo, maullando lastimoso porque no podía bajar. Total, que se lo trajo a casa, le dio un baño y lo adoptó por su cuenta, aunque yo encantada.
Lo que pasa es que Nico no lo lleva muy bien. De hecho, nada más verle, empezó a bufar y a gruñir, escondido debajo de la mesa. Me asusté, porque Nico no es así. Anoche fue terrible, me asustaba en primer lugar que Nico se sintiera desplazado, y por otra parte que pudiera hacerle daño al pequeñajo. Intenté acercarme a Nico para acariciarle, pero me sacó la zarpa (aunque no me hizo nada) y siguió gruñendo y bufando.
Esta mañana la cosa ha ido un pelín mejor; sigue bufando al enano pero al menos se ha acercado a olerle, y conmigo no está tan "enfadado"...
Querría que me dijerais si este comportamiento es normal y, sobre todo, si se le pasará... Estoy muy preocupada, sé que es pronto, pero yo quisiera que a Nico se le pasara el enfado enseguida.
Por cierto, la que lo ha acogido genial es Pucca, que lo olfatea y se sienta a mirarle muy tranquila. Es el renacuajo el que la bufa a ella de vez en cuando
Bueno, gracias de antemano, y me alegra encontrar a gente tan enamorada de los felinos como yo.
Un besote!
Antes de nada, me presento. Soy Emma, de Málaga, y me encantan los animales, aunque mi debilidad son los gatos...

Hace tres años nos regalaron una perrita, Pucca, y hace un año mi chico y yo adoptamos a Nico, un gatito callejero de apenas 1 mes que unos niños habían encontrado por mi barrio. Nico está hecho ya todo un hombretón (de hecho, creo que desde que le capamos ha engordado un pelín) y se caracteriza por ser cariñoso y muy comunicativo.
El problema me surgió ayer. Al volver del trabajo, saludo a mi novio y de repente veo detrás de él UNA PRECIOSIDAD pequeñísima, blanco y crema, de apenas 2 meses (creo), con toda la boquita rosita y unos ojos que decían "¿a que soy adorable?". Se lo había encontrado (cómo no) subido a una palmera, al lado de su trabajo, maullando lastimoso porque no podía bajar. Total, que se lo trajo a casa, le dio un baño y lo adoptó por su cuenta, aunque yo encantada.
Lo que pasa es que Nico no lo lleva muy bien. De hecho, nada más verle, empezó a bufar y a gruñir, escondido debajo de la mesa. Me asusté, porque Nico no es así. Anoche fue terrible, me asustaba en primer lugar que Nico se sintiera desplazado, y por otra parte que pudiera hacerle daño al pequeñajo. Intenté acercarme a Nico para acariciarle, pero me sacó la zarpa (aunque no me hizo nada) y siguió gruñendo y bufando.
Esta mañana la cosa ha ido un pelín mejor; sigue bufando al enano pero al menos se ha acercado a olerle, y conmigo no está tan "enfadado"...
Querría que me dijerais si este comportamiento es normal y, sobre todo, si se le pasará... Estoy muy preocupada, sé que es pronto, pero yo quisiera que a Nico se le pasara el enfado enseguida.
Por cierto, la que lo ha acogido genial es Pucca, que lo olfatea y se sienta a mirarle muy tranquila. Es el renacuajo el que la bufa a ella de vez en cuando

Bueno, gracias de antemano, y me alegra encontrar a gente tan enamorada de los felinos como yo.
Un besote!