Lo que es curioso es que yo me fui de luna de miel a Noruega cuando en nuestros planes ni siquera estaba el tener gatos en casa, y ni siquiera sabia que existia esta raza de gatos.
No hay duda de que lo de las hadas queda muy bonito, otra leyenda en la que aparecen estos gatos dice que el carro de la diosa vikinga Freya ( esposa de odin) era tirado por dos gatos de tal tamaño que ni siquiera el dios Thor ( enamorado de freya) fue capaz de levantar, pero bajemos a la realidad: los usaban los vikingos para cazar las ratas de los barcos en su travesia, ni hadas ni dioses ni na, eran cazadores de ratas, ahora han cambiado las ratas por las bolitas de papel de plata. :mrgreen:
EDITO, aunque confieso que la leyenda que mas me gusta es la que ha puesto Dolla : la reina de las hadas dio a elegir a sus compañeras algún ser que las protegiese y guiase y todas las hadas eligieron al Bosque de Noruega, que se convirtió así en el “gato elegido por la Hadas del bosque”.
Han cambiado a las hadas del bosque por la bruja de la ciudad, pero bueno, les quiero tanto como ellas
REQUETEEDITO; Leyenda del gato persa ( cascabel cascabelero)
Cierto mercader de Isfahan, al llegar en una caravana a un oasis, ya entrada la noche, encontró a un grupo de bandidos que golpeaban y robaban a un desconocido.
Después de que hubo dispersado a los rufianes hacia el desierto, el mercader se volvió para auxiliar al desconocido, llevó hasta un lugar donde pasar la noche, pagó por su cama y su comida e insistió en acompañarlo hasta que se recuperara.
La noche siguiente, el desconocido -alabado sea el Gran Unico- estaba suficientemente recuperado como para poder sentarse con el mercader junto a una fogata afuera de la tienda.
Más arriba de las palmeras verde oscuro, las estrellas brillaban y resplandecían en la azul medianoche del cielo.
El humo de la fogata se elevaba serpenteando suavemente en la fresca brisa formando y volviendo a formar una interminable procesión de cambiantes configuraciones.
Después de un largo silencio, durante el cual ambos miraban con fijeza el fuego, el extranjero tocó al mercader en la manga y dijo:
-Amigo mío, no sabías nada acerca de mí, sin embargo no vacilaste en ir a rescatarme sin esperar recompensa, lo cual es una señal auténtica de tener un gran corazón. Ahora yo deseo darte un obsequio a cambio. Tú no sabías que soy un mago y puedo darte cualquier cosa que desees.
El mercader contestó:
-He vivido una vida muy buena y felíz con mi familia. He tenido éxito en mi oficio y en este momento no podría desear nada más que estar sentado aquí, en este hermoso y apacible lugar, mirando el fuego, el humo que se arremolina y las estrellas.
El mago afirmó con la cabeza.
-Muy bien. Te haré un regalo con esos mismos elementos para que lo puedas conservar por siempre.
El mago tomó una pequeña lengua de fuego, la luz de dos estrellas distantes, una madeja del rizado humo gris, las amasó y les dió forma en el hueco de sus manos, que se movían con habilidad hasta que surgió de adentro un dulce maullido, un ronroneo y apareció el más maravilloso gatito que nunca antes se hubiera visto. Tenía pelaje gris humo, espeso y corto, ojos brillantes como estrellas, y la punta de su lengua parecía de fuego. Jugaba y ronroneaba y ondulaba la cola como el humo ascendente.
El mago pidió al mercader:
-Lleva a esta hermosa criatura a tu casa; será un amigo para tu familia y un bello objeto en tu hogar por el resto de tus días.
Y esta es la extraña y maravillosa historia de cómo el gato persa llegó a este mundo.