Tengo un arenero en el baño (bueno, en este momento dos), y a veces coincido con uno de los gatos. Hace un tiempo detecté que Byakko suele salir fuera para tapar sus producciones, y cambié la posición de forma que quedara un lado del arenero pegado a la pared y tres libres, a fin de que le resultara más fácil.
Esta semana he coincidido con él dos veces y me ha hecho mucha gracia su comportamiento. Os lo cuento para ver si alguna vez habeis visto algo parecido.
La primera vez la esquina superior derecha estaba sin arena (habían montado una montañita en el lado opuesto. Así que se puso a llí a mear. Luego salió fuera y se puso junto al lado de abajo. Movió la pata por el suelo y decidió que la cosa no funcionaba.
Se pasó al lado izquierdo. Nuevamente acarició el suelo, y decidió pasarse al lado superior.
Desde allí metió la pata dentro (estaba al ladito de la esquina afectada), y la movió en una dirección indecuada. Pero pareció convencerle más porque probó en varias direcciones hasta que encontró una buena.
Primero con una pata y después con la otra tapó bien la esquina, y saltando por encima de la caja se fue hacia la puerta.
La segunda vez fue parecido pero en el otro arenero. Lo curioso es que la primera vez sacó la pata fuera para probar, y después salió él. Cuando ya había acertado con la posición también hizo intentos de mover el suelo. Al final me di cuenta de que el problema no es que él no sepa hacerlo, sino que el suelo no colabora y la caja tiene tapas. Si estuiese en tierra sus acciones habrían logrado un resultado perfecto y hubiese tapado su cagada desde todos los ´nagulo posibles.
Lo curioso es que, o es casualidad, o le ha tomado gusto a las esquinas porque la segunda vez fue en otra esquina.
Los otros dos no se si también salen fuera para remover la arena, porque no suelo coincidir con ellos. Supongo que le resulta más cómodo, peor nunca había oído decir que los gatos hicieran cosas así. Aunque seguro que hay cientos que hacen esto o incluso hazañas más elaboradas.
Esta semana he coincidido con él dos veces y me ha hecho mucha gracia su comportamiento. Os lo cuento para ver si alguna vez habeis visto algo parecido.
La primera vez la esquina superior derecha estaba sin arena (habían montado una montañita en el lado opuesto. Así que se puso a llí a mear. Luego salió fuera y se puso junto al lado de abajo. Movió la pata por el suelo y decidió que la cosa no funcionaba.
Se pasó al lado izquierdo. Nuevamente acarició el suelo, y decidió pasarse al lado superior.
Desde allí metió la pata dentro (estaba al ladito de la esquina afectada), y la movió en una dirección indecuada. Pero pareció convencerle más porque probó en varias direcciones hasta que encontró una buena.
Primero con una pata y después con la otra tapó bien la esquina, y saltando por encima de la caja se fue hacia la puerta.
La segunda vez fue parecido pero en el otro arenero. Lo curioso es que la primera vez sacó la pata fuera para probar, y después salió él. Cuando ya había acertado con la posición también hizo intentos de mover el suelo. Al final me di cuenta de que el problema no es que él no sepa hacerlo, sino que el suelo no colabora y la caja tiene tapas. Si estuiese en tierra sus acciones habrían logrado un resultado perfecto y hubiese tapado su cagada desde todos los ´nagulo posibles.
Lo curioso es que, o es casualidad, o le ha tomado gusto a las esquinas porque la segunda vez fue en otra esquina.
Los otros dos no se si también salen fuera para remover la arena, porque no suelo coincidir con ellos. Supongo que le resulta más cómodo, peor nunca había oído decir que los gatos hicieran cosas así. Aunque seguro que hay cientos que hacen esto o incluso hazañas más elaboradas.