En casa de mi madre había dos gatos que salían y entraban cuando querían, pues la casa está al lado del monte y no había peligro de atropello. Tienen estado fuera hasta una semana, y luego volvían tan panchos. Las primeras veces nos asustamos mucho, pero luego nos acostumbramos. Espero que lo mismo le ocurra a Garfield y que regrese pronto.