Afortunadamente la mayoria de los usuarios de este foro desaprobamos absolutamente la barbarie que supone la desunglacion de los gatos, además de dar a conocer en que consiste esta aberrante mutilacion ( que se puede ver en el varios post del foro) me ha parecido interesante este articulo que he encontrado, además de util para aquellos que tengan algun problemilla con las uñas de sus mininos.
Las uñas
La utilidad de estas estructuras para el felino en libertad se transforma en un problema para aquellos que habitan dentro del hogar.
ANATOMÍA Y FUNCIÓN
La estructura de la uña o garra del gato está formada para que sólo sea utilizada en caso de necesidad; es decir, mientras el animal está en reposo, las uñas se encuentran ocultas bajo la piel, en cambio, si las necesita, saldrán con toda su contundencia y eficacia.
La uña está formada por un tejido duro (tejido córneo) que alberga en su interior vasos sanguíneos (arteria y vena) y terminación nerviosa.
Las uñas tienen varias funciones importantes:
- Por una parte las necesitan para cazar, sobre todo los que salen de casa, aunque en el interior la caza siempre es sustituida por el juego o la persecución de los tobillos de los propietarios.
- Por supuesto, son un arma defensiva frente al ataque de otros predadores o animales de su entorno.
- Con las uñas marcan el territorio dejando marcas visuales en las superficies que arañan para que sean vistas por otros congéneres o animales que pasen por la zona.
- Por último, en los animales que tienen acceso al exterior las uñas son de máxima utilidad para trepar a los árboles o acceder a sitios que les permitan hacerse menos “cazables” para otros predadores.
PROBLEMAS
Como hemos podido comprobar hasta el momento, las uñas en los felinos “caseros” pueden acabar siendo un problema y un gran inicio de distanciamiento entre el animal y el propietario.
Para el cuidado habitual de las uñas, para evitar conflictos relacionales, deberíamos tener en cuenta que se debe acostumbrar al gatito desde su llegada al hogar al uso de rascadores; si jugamos con el animal y el rascador, si el animal impregna los olores de sus glándulas interdigitales en estos útiles enseres, el afilado de sus uñas y el marcaje con las manos no se realizará en el lateral de nuestro querido sillón de piel. Asimismo, si acostumbramos al gato al corte habitual de sus uñas (por supuesto, asesorados previamente por un profesional), el gato no tendrá miedo, incluso pánico, al cortaúñas y a la acción que provoca; si cortamos cuando nos apetece y por donde nos apetece, no conseguiremos establecer una rutina y podremos hacer mucho daño al animal.
UNA PRÁCTICA INACEPTABLE
No queremos acabar este artículo sin dedicarle unas líneas a un asunto de vital importancia.
La desungulación, o extirpación quirúrgica de las uñas, es una operación que consiste en la eliminación de la uña y, junto a ella, la tercera falange (última parte de los dedos del gato). Si los propietarios que deciden realizar esta operación a su gato supieran los perjuicios que le están ocasionando, ni siquiera pasaría por sus mentes realizarla y, por supuesto, la empezarían a considerar, como nosotros, una aberración.
Además del largo y doloroso posoperatorio que lleva consigo (varios meses), el gato tiene que volver a aprender a caminar y a tener tacto con esa mutilación, ya que el felino pasa de tener cinco dedos a tener cinco muñones en cada mano. En definitiva, es una operación que va en contra de la naturaleza del gato.
Aquellos que no sean capaces de sobrellevar algún desperfecto en su mobiliario doméstico debido a las actitudes innatas de cualquier felino (siempre educable, por otra parte) deberían empezar a desestimar la idea de compartir sus vidas con un gato.
Las uñas
La utilidad de estas estructuras para el felino en libertad se transforma en un problema para aquellos que habitan dentro del hogar.
ANATOMÍA Y FUNCIÓN
La estructura de la uña o garra del gato está formada para que sólo sea utilizada en caso de necesidad; es decir, mientras el animal está en reposo, las uñas se encuentran ocultas bajo la piel, en cambio, si las necesita, saldrán con toda su contundencia y eficacia.
La uña está formada por un tejido duro (tejido córneo) que alberga en su interior vasos sanguíneos (arteria y vena) y terminación nerviosa.
Las uñas tienen varias funciones importantes:
- Por una parte las necesitan para cazar, sobre todo los que salen de casa, aunque en el interior la caza siempre es sustituida por el juego o la persecución de los tobillos de los propietarios.
- Por supuesto, son un arma defensiva frente al ataque de otros predadores o animales de su entorno.
- Con las uñas marcan el territorio dejando marcas visuales en las superficies que arañan para que sean vistas por otros congéneres o animales que pasen por la zona.
- Por último, en los animales que tienen acceso al exterior las uñas son de máxima utilidad para trepar a los árboles o acceder a sitios que les permitan hacerse menos “cazables” para otros predadores.
PROBLEMAS
Como hemos podido comprobar hasta el momento, las uñas en los felinos “caseros” pueden acabar siendo un problema y un gran inicio de distanciamiento entre el animal y el propietario.
Para el cuidado habitual de las uñas, para evitar conflictos relacionales, deberíamos tener en cuenta que se debe acostumbrar al gatito desde su llegada al hogar al uso de rascadores; si jugamos con el animal y el rascador, si el animal impregna los olores de sus glándulas interdigitales en estos útiles enseres, el afilado de sus uñas y el marcaje con las manos no se realizará en el lateral de nuestro querido sillón de piel. Asimismo, si acostumbramos al gato al corte habitual de sus uñas (por supuesto, asesorados previamente por un profesional), el gato no tendrá miedo, incluso pánico, al cortaúñas y a la acción que provoca; si cortamos cuando nos apetece y por donde nos apetece, no conseguiremos establecer una rutina y podremos hacer mucho daño al animal.
UNA PRÁCTICA INACEPTABLE
No queremos acabar este artículo sin dedicarle unas líneas a un asunto de vital importancia.
La desungulación, o extirpación quirúrgica de las uñas, es una operación que consiste en la eliminación de la uña y, junto a ella, la tercera falange (última parte de los dedos del gato). Si los propietarios que deciden realizar esta operación a su gato supieran los perjuicios que le están ocasionando, ni siquiera pasaría por sus mentes realizarla y, por supuesto, la empezarían a considerar, como nosotros, una aberración.
Además del largo y doloroso posoperatorio que lleva consigo (varios meses), el gato tiene que volver a aprender a caminar y a tener tacto con esa mutilación, ya que el felino pasa de tener cinco dedos a tener cinco muñones en cada mano. En definitiva, es una operación que va en contra de la naturaleza del gato.
Aquellos que no sean capaces de sobrellevar algún desperfecto en su mobiliario doméstico debido a las actitudes innatas de cualquier felino (siempre educable, por otra parte) deberían empezar a desestimar la idea de compartir sus vidas con un gato.