Mi recomendación es mantenerlos separados de momento y que Kahala no le huela en ti. O sea lavarte bien cuando hayas estado tocando al nuevo.
Si solo hay bufidos y amenazas varias, pero no hay ataque, la cosa no es tan mala como parece.
Con un gatín puede ser mucho mayor el problema de los celos que el de la territorialidad. Por eso hay que evitar que el veterano se sienta desplazado. Se le debe dar prioridad siempre que estén juntos. Se le debe prestar mucha atención también cuando estén separados.
Yo en esto he tenido mucha suerte por el caracter de mi gata, que además se lo ha contagiado a mi primer gato, y no he tenido este problema en casa, ni con la primera presentación ni con la segunda.
Formas de conseguir que se conozcan. Recuerdo las siguientes:
- Darles de comer a ambos lados de la puerta donde esta el nuevo. Si se les pone algo especial que centre su atención en la comida mejor, porque asociarán la puerta y al nuevo con cositas buenas.
- Jugar cerca de esa puerta
- Intercambiar los areneros. Bueno recomiendan intercambiar el contenido, pero es más fácil intercambiarlos enteros. Todos mis gatos se han mostrado muy interesados en oler las deposiciones del resto de los gatos y en mear en el mismo sitio. Puede parecer raro, pero he visto a todos mis gatos hacerlo, sobre todo con el "nuevo".
- Dejar salir al nuevo a ver la casa de forma que el otro no pueda encontrarse con él. Mientras meter al otro en la habitación del nuevo. De esta forma se consigue que conozcan el olor sin que se encuentren frente a frente.
- No dejarles solos mientras no estés seguro de que no se van a hacer daño. O sea puede que se gruñan, se bufen, e incluso se peleen, pero de forma ritual y sin conseciencias peligrosas.
- No se debe intervenir en las peleas que se puedan producir. Normalmente no serán en serio. Pueden parecer muy peligrosos, pero a no ser que estén chillando a voz en grito, normalmente no aprietan los dientes, ni clavan las uñas. Eso sí, impresiona muchísimo. Normalmente estamos más impresionados nosotros que ellos mismos. Si empezara una pelea en serio lo más probable es que uno de ellos huya. Si ves que están en serio y hay peligro y quieres pararles, tírales un cojín, agua, tira una silla al suelo... pero no te interpongas o te van a hacer mucho daño. Intervenir en sus peleas agudiza el problema. Tienen que encontrar su sitio y el del otro. Están discutiendo la situación, y tienen que encontrar la solución ellos solos.
- Al principio se les deja juntarse para comer algo muy rico, para jugar a algo que les guste, y siempre vigilados. Cuando se termina la comida cada uno a su sitio. Intentar que los primeros contactos sean agradables.
- Cuando se suelta al nuevo hay que vigilar la situación. Si no se está seguro del todo se le vuelve a encerrar por las noches, o cuando se queden solos.
- Al nuevo hay que verle en su habitación, y pasar ratos con él. Al principio lavarse bien al salir para quitar el olor. Antes de entrar tocar al otor gato y dr a oler al nuevo. Así puede empezar a familiarizarse. Si reacciona mal no hacerlo.
- Cuando estén juntos no prestar atención al nuevo delante del otro. Puede parecer cruel, pero mientras el otro gato no le acepte lo único que se consigue es emperorar el problema. Los celos existen y algunos gatos lo llevan muy, pero que muy mal. Poco a poco a medida que se produzca la aceptación ir ampliando la atención que se le presta.
Cada gato es un mundo. Algunas de estas cosas pueden funcionarte y otras no. Hay que ir valorando las reacciones y la evolución. En mi caso, mi tercer gato (un adulto) reaccionó muy mal ante la presencia de otros gatos. Al principio ni se acercaba a la puerta de la habitación. Si se la abría no quería explorar por si se encontraba con los otros, les gruñía y les bufaba si les veía a 5 metros... pero no atacaba. En su caso no puedo intentar que hagan actividades juntos porque no les soporta. Pero poco a poco se ha ido acostumbrando. Lo importante es observarles y actuar en consecuencia.
En el caso de mi segundo gato ella era la adulta y no se puso agresiva. El pequeño sí, pero poco y además no tenía fuerza ni experiencia para hacerla daño. Por eso mi experiencia en este asunto es muy distinta, porque mis dos experiencias han sido con gatos de otras características y no he tenido miedo de que se hicieran daño. Era evidente que no iba a pasar nada porque ninguno de los 3 es agresivo. Muchas peleíllas, mucho bufido, mucha escenografía, mucho pelo que salía volando, pero muy poquitas nueces (un pinchazo de uña en la nariz es lo único que he visto, la gata gritó y el otro se paró de forma inmediata, y les he revisado mucho).
Mucha paciencia y que tengas suerte. Espero que los que han pasado por una situación más parecida a la tuya puedan aconsejarte.
Si solo hay bufidos y amenazas varias, pero no hay ataque, la cosa no es tan mala como parece.
Con un gatín puede ser mucho mayor el problema de los celos que el de la territorialidad. Por eso hay que evitar que el veterano se sienta desplazado. Se le debe dar prioridad siempre que estén juntos. Se le debe prestar mucha atención también cuando estén separados.
Yo en esto he tenido mucha suerte por el caracter de mi gata, que además se lo ha contagiado a mi primer gato, y no he tenido este problema en casa, ni con la primera presentación ni con la segunda.
Formas de conseguir que se conozcan. Recuerdo las siguientes:
- Darles de comer a ambos lados de la puerta donde esta el nuevo. Si se les pone algo especial que centre su atención en la comida mejor, porque asociarán la puerta y al nuevo con cositas buenas.
- Jugar cerca de esa puerta
- Intercambiar los areneros. Bueno recomiendan intercambiar el contenido, pero es más fácil intercambiarlos enteros. Todos mis gatos se han mostrado muy interesados en oler las deposiciones del resto de los gatos y en mear en el mismo sitio. Puede parecer raro, pero he visto a todos mis gatos hacerlo, sobre todo con el "nuevo".
- Dejar salir al nuevo a ver la casa de forma que el otro no pueda encontrarse con él. Mientras meter al otro en la habitación del nuevo. De esta forma se consigue que conozcan el olor sin que se encuentren frente a frente.
- No dejarles solos mientras no estés seguro de que no se van a hacer daño. O sea puede que se gruñan, se bufen, e incluso se peleen, pero de forma ritual y sin conseciencias peligrosas.
- No se debe intervenir en las peleas que se puedan producir. Normalmente no serán en serio. Pueden parecer muy peligrosos, pero a no ser que estén chillando a voz en grito, normalmente no aprietan los dientes, ni clavan las uñas. Eso sí, impresiona muchísimo. Normalmente estamos más impresionados nosotros que ellos mismos. Si empezara una pelea en serio lo más probable es que uno de ellos huya. Si ves que están en serio y hay peligro y quieres pararles, tírales un cojín, agua, tira una silla al suelo... pero no te interpongas o te van a hacer mucho daño. Intervenir en sus peleas agudiza el problema. Tienen que encontrar su sitio y el del otro. Están discutiendo la situación, y tienen que encontrar la solución ellos solos.
- Al principio se les deja juntarse para comer algo muy rico, para jugar a algo que les guste, y siempre vigilados. Cuando se termina la comida cada uno a su sitio. Intentar que los primeros contactos sean agradables.
- Cuando se suelta al nuevo hay que vigilar la situación. Si no se está seguro del todo se le vuelve a encerrar por las noches, o cuando se queden solos.
- Al nuevo hay que verle en su habitación, y pasar ratos con él. Al principio lavarse bien al salir para quitar el olor. Antes de entrar tocar al otor gato y dr a oler al nuevo. Así puede empezar a familiarizarse. Si reacciona mal no hacerlo.
- Cuando estén juntos no prestar atención al nuevo delante del otro. Puede parecer cruel, pero mientras el otro gato no le acepte lo único que se consigue es emperorar el problema. Los celos existen y algunos gatos lo llevan muy, pero que muy mal. Poco a poco a medida que se produzca la aceptación ir ampliando la atención que se le presta.
Cada gato es un mundo. Algunas de estas cosas pueden funcionarte y otras no. Hay que ir valorando las reacciones y la evolución. En mi caso, mi tercer gato (un adulto) reaccionó muy mal ante la presencia de otros gatos. Al principio ni se acercaba a la puerta de la habitación. Si se la abría no quería explorar por si se encontraba con los otros, les gruñía y les bufaba si les veía a 5 metros... pero no atacaba. En su caso no puedo intentar que hagan actividades juntos porque no les soporta. Pero poco a poco se ha ido acostumbrando. Lo importante es observarles y actuar en consecuencia.
En el caso de mi segundo gato ella era la adulta y no se puso agresiva. El pequeño sí, pero poco y además no tenía fuerza ni experiencia para hacerla daño. Por eso mi experiencia en este asunto es muy distinta, porque mis dos experiencias han sido con gatos de otras características y no he tenido miedo de que se hicieran daño. Era evidente que no iba a pasar nada porque ninguno de los 3 es agresivo. Muchas peleíllas, mucho bufido, mucha escenografía, mucho pelo que salía volando, pero muy poquitas nueces (un pinchazo de uña en la nariz es lo único que he visto, la gata gritó y el otro se paró de forma inmediata, y les he revisado mucho).
Mucha paciencia y que tengas suerte. Espero que los que han pasado por una situación más parecida a la tuya puedan aconsejarte.