Tanto los veterinarios como las compañías farmaceuticas tienen una responsabilidad legal sobre las recomendaciones que hacen.
Claro que muchas veces no puedes demostrar que el veterinario te haya dicho algo.
En el caso de las farmaceuticas para eso existe el prospecto.
Sobre el tema de los efectos durante embarazo y lactancia creo que es obligado avisar de los peligros. Y si no hay aviso, la responsabilidad es de la empresa farmaceutica. Por eso cuando no saben los efectos suelen recomendar no usarlo en esas circunstancias (así se curan en salud).
Por eso como norma, es conveniente leer el prospecto y ver si hay contraindicaciones o posibles complicaciones.
En caso de discordancia, la empresa fabricante tiene razón. Mas que nada porque ellos son completamente responsables de lo que suceda si se les olvida decer algo, y cuando escriben el prospecto, estan plenamente centrados en el producto. A los veterinarios (o los médicos), a veces se les pasa algun detalle, o no recuerdan todo sobre e producto ene ese momento. Pero los que han hecho los estudios sobre los efectos y las contraindicaciones son los fabricantes. Así que suelen tener razón.
Puede suceder que un veterinario se haya dado cuenta de un efecto secundario no descrito en el prospecto, pero es realmente dificil que sea así.
Claro que en mi caso cuando veo discrepancias, voy a preguntar al vete con el foleto en la mano. Pero si la empresa me dice que algo no es seguro en un momento concreto, yo no lo uso en ese momento.