Hola, forer@s. Quiero contaros que ambos están fenomenal, se llevan a partir un piñón y sus juegos salvajes ya no nos dan tanto miedo. La verdad es que para Minou ha sido una bendición la aparición del pequeñín: hace ejercicio y está siempre acompañado. Antes nos tenía locos a los bípedos intentando que jugáramos con él, sobre todo a mí, que soy (¿era?) su amorcito. Minou es un gato muy de suelo, mientras que Beltza, así hemos bautizado a la chiquitina, es trepadora (temo por mis cortinas, jaja) con lo cual el abuelete de 3 años se está aficionando también a la escalada libre, algo realmente peligroso si tenemos en cuenta que le pesa el culo cantidad :lol:
En cuanto a Beltza, debe tener un ángel de la guarda con experiencia, porque ha caído en el mejor sitio y en el momento preciso. Aquí nadie considera una molestia tener que cerrar puertas que siempre estuvieron abiertas ni tener que apoquinar para el veterinario, y éso que es mala con avaricia (creemos que es gata) Anteayer la dejamos salir al patio y la muy tonta pasó la noche al raso porque no quiso volver a entrar. La capturamos por hambre de buena mañana, simplemente abriendo el balcón y cerrándolo detrás de ella; nos huía como si no nos conociera de nada, y sin embargo a la hora de comer nos quería quitar la comida del plato con toda confianza y ronroneaba cuando la sobábamos. Desconcertante :shock:
Al vete la tenemos que llevar esta semana. Me mosquean 2 cosas: nunca la vemos dormir a pata suelta y las cacas son diarréicas. Supongo que no será nada de cuidado, porque se la ve llena de vitalidad, pero tal vez no debamos dejarla comer de todo (es una lima) Bueno, ya os contaré que me dice la vete.
En cuanto a Beltza, debe tener un ángel de la guarda con experiencia, porque ha caído en el mejor sitio y en el momento preciso. Aquí nadie considera una molestia tener que cerrar puertas que siempre estuvieron abiertas ni tener que apoquinar para el veterinario, y éso que es mala con avaricia (creemos que es gata) Anteayer la dejamos salir al patio y la muy tonta pasó la noche al raso porque no quiso volver a entrar. La capturamos por hambre de buena mañana, simplemente abriendo el balcón y cerrándolo detrás de ella; nos huía como si no nos conociera de nada, y sin embargo a la hora de comer nos quería quitar la comida del plato con toda confianza y ronroneaba cuando la sobábamos. Desconcertante :shock:
Al vete la tenemos que llevar esta semana. Me mosquean 2 cosas: nunca la vemos dormir a pata suelta y las cacas son diarréicas. Supongo que no será nada de cuidado, porque se la ve llena de vitalidad, pero tal vez no debamos dejarla comer de todo (es una lima) Bueno, ya os contaré que me dice la vete.