A ver, a ver, os he leido y sé por dónde váis. Quizá no me hayáis entendido o yo no me haya explicado bien.
Yo sé perfectamente lo felices que son los gatos en el jardín (Y digo en el jardín, no en la puta calle en medio del asfalto y debajo de los coches). Habéis visto a Fausto? Pues todas las semanas aparece alguien que le gustaría llevárselo y siempre decimos que no, porque sabemos que Fausto no puede vivir en otro sitio que no sea su jardín. Colocamos a los gatitos o a los adultos que vemos que no se adaptan como Xanadú, aquella gata de angora blanca o como Orquídea. y os cuento su caso
Orquídea fue abandonada junto con su hermana Helen que murió, en una jaula allí en el jardín. Orquídea nunca se adaptó y un buen día desaparecí, estuvo ausente más de un mes hasta que una voluntaria la encontró en otro jardín cercano, la trajo y se volvió a marchar, la volvió a traer y algo debió pasar que se cayó de algun sitio y estuvo a punto de morir. La llevamos a un veterinario de urgencias y lo pagamos de nuestro bolsillo y estuvo ingresada 3 días en una uvi con oxígeno porque tenía los pulmones perforados, el corazón desplazado de sitio y el paladar partido. Hoy Orquídea vive feliz en casa de mi compañera de rondas y está más sana que una manzana. Ese tipo de casos son por los que luchamos que salgan de alli, son los gatos que se encuentran allí en un medio hostil, luchando por el territorio.
Elvis, a día de hoy, no viviría más feliz en una casa que en el jardín, eso lo sabemos y ya no intentamos buscarle casa, ni a Winston tampoco, porque son los gatos más felices del mundo. Seguramente su esperanza de vida no será como la de un gato casero, pero lo que vivan bien vivido estará.
Y otros como Pinocho que hubiera estado mejor durmiendo en un sofá con una mantita.
Y algún caso hemos tenido que han devuelto al gato porque en la casa era imposible tenerlo, más que por depresión, porque se ponían frenéticos, era todo el día maullando queriendo salir y muy histéricos.
Otra cosa os digo, tenemos varios gatos que rebasan los 10 o 12 años sin una sola vacuna, y eso es buen síntoma. Mientras no les de por irse, todo va bien.
Luego está el problema de los abandonos, que el hecho de que el jardín es muy bonito y allí están muy felices, sirve de excusa para dejarlos abandonados.
Es público en Valencia que los gatos allí están muy bien, están cuidados, alimentados y con "buena fe" la gente los deja porque estarán mejor que en la calle. Pero resulta que la ley prohibe el abandono y eso debemos conocerlo TODOS y el desconocimiento de la ley no exime de su cumplimiento y yo en este tema tengo que ser muy tajante. Con toda la buena fe del mundo, la multa por abandono es de 18000€.
Bueno, no sé creo que me habré explicado bien, pero María, no te tortures pensando en si Bola no estuvo a gusto contigo, él fue feliz el tiempo que vivió en tu casa, estoy segura. No era un gato sano y la vida callejeril es para los fuertes, los que vemos felices son los supervivientes. Los que se han quedado en el camino no los vemos, pero tambien han existido. Y tú, María, le diste lo que necesitaba, eso lo sabes bien.
Y a tí, Gea, pues que comprendo tu dolor, pero no te culpabilices, no hay culpas, Gea, no te equivocaste en nada. Disfruta de Fabiote que es su herencia y bueno, quizá esté tomando el solete en alguna terraza... (besos)
Yo sé perfectamente lo felices que son los gatos en el jardín (Y digo en el jardín, no en la puta calle en medio del asfalto y debajo de los coches). Habéis visto a Fausto? Pues todas las semanas aparece alguien que le gustaría llevárselo y siempre decimos que no, porque sabemos que Fausto no puede vivir en otro sitio que no sea su jardín. Colocamos a los gatitos o a los adultos que vemos que no se adaptan como Xanadú, aquella gata de angora blanca o como Orquídea. y os cuento su caso
Orquídea fue abandonada junto con su hermana Helen que murió, en una jaula allí en el jardín. Orquídea nunca se adaptó y un buen día desaparecí, estuvo ausente más de un mes hasta que una voluntaria la encontró en otro jardín cercano, la trajo y se volvió a marchar, la volvió a traer y algo debió pasar que se cayó de algun sitio y estuvo a punto de morir. La llevamos a un veterinario de urgencias y lo pagamos de nuestro bolsillo y estuvo ingresada 3 días en una uvi con oxígeno porque tenía los pulmones perforados, el corazón desplazado de sitio y el paladar partido. Hoy Orquídea vive feliz en casa de mi compañera de rondas y está más sana que una manzana. Ese tipo de casos son por los que luchamos que salgan de alli, son los gatos que se encuentran allí en un medio hostil, luchando por el territorio.
Elvis, a día de hoy, no viviría más feliz en una casa que en el jardín, eso lo sabemos y ya no intentamos buscarle casa, ni a Winston tampoco, porque son los gatos más felices del mundo. Seguramente su esperanza de vida no será como la de un gato casero, pero lo que vivan bien vivido estará.
Y otros como Pinocho que hubiera estado mejor durmiendo en un sofá con una mantita.
Y algún caso hemos tenido que han devuelto al gato porque en la casa era imposible tenerlo, más que por depresión, porque se ponían frenéticos, era todo el día maullando queriendo salir y muy histéricos.
Otra cosa os digo, tenemos varios gatos que rebasan los 10 o 12 años sin una sola vacuna, y eso es buen síntoma. Mientras no les de por irse, todo va bien.
Luego está el problema de los abandonos, que el hecho de que el jardín es muy bonito y allí están muy felices, sirve de excusa para dejarlos abandonados.
Es público en Valencia que los gatos allí están muy bien, están cuidados, alimentados y con "buena fe" la gente los deja porque estarán mejor que en la calle. Pero resulta que la ley prohibe el abandono y eso debemos conocerlo TODOS y el desconocimiento de la ley no exime de su cumplimiento y yo en este tema tengo que ser muy tajante. Con toda la buena fe del mundo, la multa por abandono es de 18000€.
Bueno, no sé creo que me habré explicado bien, pero María, no te tortures pensando en si Bola no estuvo a gusto contigo, él fue feliz el tiempo que vivió en tu casa, estoy segura. No era un gato sano y la vida callejeril es para los fuertes, los que vemos felices son los supervivientes. Los que se han quedado en el camino no los vemos, pero tambien han existido. Y tú, María, le diste lo que necesitaba, eso lo sabes bien.
Y a tí, Gea, pues que comprendo tu dolor, pero no te culpabilices, no hay culpas, Gea, no te equivocaste en nada. Disfruta de Fabiote que es su herencia y bueno, quizá esté tomando el solete en alguna terraza... (besos)