Suyama los efectos son a largo plazo, y no es a gusto de cada uno, puede ser que no todas las gatas que les han dado pastillas o inyecciones desarrollen tumores, pero un porcentaje muy alto sí, además a la larga sale más económico una castración, a mi veterinaria le oí decir que eran 20 euros la inyección. Aunque para mí el tema económico es lo de menos, yo ni me lo planteé, la castré y fue lo mejor. Janis tuvo tres celos y no fueron muy fuertes pero era algo que teníamos muy claro desde el principio.
A Janis no le pusieron campana, los puntos era intradérmicos y al tercer día estaba como nueva. No ha engordado ni variado su carácter. En cambio a la gata de mi suegra le pusieron campana y le dijeron que la dejara en el transportín un par de horas para que se le pasara el efecto de la anestesia, cosa que no entiendo, porque los gatos no son tontos y si se sienten mareados se quedan quietos, pero bueno, el caso es que se volvió loca, empezó a intentar quitarse la campana y metió la pata y consiguió quitársela. La sacamos del transportín y como llevaba la dichosa campana enganchada en la venda, se quitó hasta la venda. La tuvimos que volver a llevar porque la veterinaria fue tan tremendista que con que se iba a arrancar los puntos y se le iba a abrir la herida que mi suegra se asustó. Le volvieron a colocar la campana y la venda, y nada más llegar la sacamos y ya se quedó tranquila. Lo peor es que resulta que la gata es poquilla cosa y le pusieron una campana grande porque no quedaban pequeñas, con lo cual no podía comer ni beber, mi suegra le tenía que amorrar el plato, tampoco iba sola al arenero porque no podía calcular para saltar. En fin, 10 días que estuvo la pobre así, yo se la hubiera quitado enseguida, fue quitársela y revivir, porque casi ni andaba. Además me daba mucha pena, porque se quería lamer la pata y la estiraba pero chupaba la campana.
Pero aun así, creo que es preferible que pasen unos días chunguillos a correr el riesgo de que desarrollen tumores.
A Janis no le pusieron campana, los puntos era intradérmicos y al tercer día estaba como nueva. No ha engordado ni variado su carácter. En cambio a la gata de mi suegra le pusieron campana y le dijeron que la dejara en el transportín un par de horas para que se le pasara el efecto de la anestesia, cosa que no entiendo, porque los gatos no son tontos y si se sienten mareados se quedan quietos, pero bueno, el caso es que se volvió loca, empezó a intentar quitarse la campana y metió la pata y consiguió quitársela. La sacamos del transportín y como llevaba la dichosa campana enganchada en la venda, se quitó hasta la venda. La tuvimos que volver a llevar porque la veterinaria fue tan tremendista que con que se iba a arrancar los puntos y se le iba a abrir la herida que mi suegra se asustó. Le volvieron a colocar la campana y la venda, y nada más llegar la sacamos y ya se quedó tranquila. Lo peor es que resulta que la gata es poquilla cosa y le pusieron una campana grande porque no quedaban pequeñas, con lo cual no podía comer ni beber, mi suegra le tenía que amorrar el plato, tampoco iba sola al arenero porque no podía calcular para saltar. En fin, 10 días que estuvo la pobre así, yo se la hubiera quitado enseguida, fue quitársela y revivir, porque casi ni andaba. Además me daba mucha pena, porque se quería lamer la pata y la estiraba pero chupaba la campana.
Pero aun así, creo que es preferible que pasen unos días chunguillos a correr el riesgo de que desarrollen tumores.