Convivir con la basura
Las personas que padecen síndrome de Diógenes o de Noé pueden acumular grandes cantidades de desperdicios o vivir entre decenas de animales.
A lo largo de la historia las personas han coleccionado diferentes objetos, como monedas, pegatinas, figuras o muñecas. Sin embargo, existen algunos desórdenes mentales que llevan a determinados individuos a acumular objetos sin valor, basura o incluso animales.
La indignación colectiva se hace sentir cuando se descubre que algunos ciudadanos viven recluidos voluntariamente en sus propios hogares sin atender los más mínimos hábitos de higiene. No obstante, las alarmas sociales saltan a la vista cuando se notifica que estas personas también viven rodeadas de basura o cúmulos de desechos. En ocasiones, la basura es sustituida por el hacinamiento de más de 50 animales, a los que no se les provee la atención adecuada.
Estas son, precisamente, las principales pautas de conducta de quienes padecen los síndromes de Diógenes y Noé, dos desarreglos del comportamiento que normalmente afectan a personas de edad avanzada que viven solas. El primero de estos, el de Diógenes, es un trastorno que consiste en la acumulación de grandes cantidades de desperdicios. El presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría, Jerónimo Saiz, explica que este síndrome, normalmente, "viene acompañado de un deterioro en las funciones mentales producidas a causa de la edad, de alguna adicción, del alcoholismo, la mala nutrición o la psicosis".
El segundo de estos trastornos, como sugiere su nombre, conduce a quien lo padece a acumular una cantidad desorbitada de animales, en su mayoría perros o gatos, en un reducido espacio y sin proveerles los cuidados mínimos. Esta enfermedad mental es sumamente difícil de abordar debido a que hay que garantizar la protección de los animales implicados, pero sin olvidar el sufrimiento emocional que presupone para un sujeto que aparten de su lado las mascotas que tanto atesora. Y es que estos pacientes no son capaces de reconocer el terrible estado en que se encuentran sus animales. Incluso, los que sufren patologías más severas se niegan a separarse de los cadáveres de sus animales más queridos.
"Muchos pacientes no asumen que tienen esta enfermedad. La mayoría de los casos se descubren tras la intervención de los servicios sociales", asegura Jerónimo Saiz.
Sin embargo, la intervención de los Servicios Sociales no suele darse de inmediato. "Para poder actuar es necesario que haya una orden judicial, es una situación complicada. Primero se tiene que presentar una denuncia, que casi siempre la hacen los vecinos.
Luego hay que esperar que el juzgado emita una orden", explica una fuente de prensa del ayuntamiento de Madrid que prefiere no ser identificada. "Cuando la orden está expedida un equipo de limpieza, que tiene una preparación especial, se traslada al lugar y procede a desinfectar y limpiar la residencia. Sólo hacemos lo que indica la orden. No se puede obligar a nadie a recibir tratamiento", añade. Para poder ingresar a estos individuos es necesario que estén incapacitados por demencia o alguna enfermedad psiquiátrica básica.
Acumulación compulsiva
Saiz -también cofundador de la Asociación del trastorno obsesivo compulsivo (Atoc)- resalta la importancia de aprender a diferenciar los síndromes antes mencionados del trastorno de acumulación compulsiva. El galeno explica que este último consiste en almacenar todo tipo de objetos que en algún momento puedan ser de utilidad. "Los que padecen de acumulación compulsiva no almacenan residuos orgánicos, guardan cosas en particular porque piensan que en algún momento las pueden necesitar", señala el además jefe del servicio de Psiquiatría del Hospital Ramón y Cajal de Madrid.
La acumulación compulsiva es una manifestación de un trastorno obsesivo-compulsivo, aunque no tienen que estar intrínsecamente relacionados. Según un estudio promovido por el programa de becas de investigación de la Fundación Española de Psiquiatría y Salud Mental y la Fundación AstraZéneca, el 50% de los pacientes con acumulación compulsiva no sufren un trastorno obsesivo-compulsivo.
El informe añade que este síndrome suele ser "una conducta secreta, limitada al ámbito doméstico, que afecta de forma preferente a mujeres a partir de los 40 años". Sin embargo, el doctor Saiz asegura que esta condición también afecta a los hombres. "En una ocasión tuve un paciente que tenía la idea de que le habían dado un billete falso, que luego él utilizó. El sujeto pensaba que la policía podría llegar a arrestar a la persona a la cual él le dio el billete y por eso hacia copia de cada uno de los billetes que tenía y escribía en un papel el nombre del lugar donde se lo habían dado y donde él lo había gastado. Llegó a acumular muchísimas carpetas con las copias de estos billetes", comenta el psicólogo.
Saiz recomienda a quienes padezcan el trastorno de acumulación compulsiva que busquen la ayuda de un especialista. "Existe un tratamiento para esta enfermedad. Hay posibilidades de recuperación".
te parece el doctor Saiz un psiquiatra con suficiente prestigio?