Hola gentecilla gatuna. Soy nueva aquí y aún no me he presentado formalmente. Lo dejaré para otra ocasión más oportuna.
Buscaba un foro donde llorar mis desgracias, tengo una pena muy grande y no hay manera de curarme, encontré este foro y decidí contaros lo que me pasa, fuí a abrir un post referente a este tema y me lo he encontrado abierto y de manera muy participativa y con bastante polémica.
Tengo una hija y tuve un gato.
Hace un año mi pequeñito Casper era un gatito de 9 meses (más o menos) recogido de la calle, lo trajimos a casa pues nuestra hija se enamoró de él y no pudimos decirle que nó. Se supone que tanto a mi marido como a mí nos gustaban los animales....O eso creíamos.
El gatito se hizo a casa enseguida y perseguía a nuestra hija por todos lados, claro, al jugar con ella empezó a hacerle arañazos por todos lados y, aunque la curábamos, lo cierto es que nos daba rabia verla siempre marcada. Intentamos cortarle las uñitas a Casper, pero no se dejaba y era muy dificil. Lo llevamos a un veterinario y nos dió la opción de desungularlo. Nosotros maravillados por la solución decidimos operar a Casper, lo cierto es que nunca nos habló de castrarlo ni de otras soluciones.
Operaron a Casper en marzo de este año, el pobre volvió a casa muy bien de la operación pero después pasó muchos dolores y, por desgracia, ocurrió que las heridas de dos de sus manitas se cangrenaron.
15 días después le tuvieron que amputar las dos patitas a la altura del codo. Fué una operación difícil y muy cara, pero intentamos (,a buenas, horas salvarle la vida).
Volvió a casa sin ser el mismo , después de pasar 3 días ingresado, no podía moverse, no podía ir al arenero, no podía comer.... Necesitaba a una persona con él durante casi todo el día.
Nosotros trabajamos y no podíamos quedarnos con él, así que le teníamos que dejar solito durante toda la mañana.
Un día, cuando volvimos, nos lo encontramos con los vendajes quitados, se había chupado los puntos y arrancado alguno y estaba maullando de dolor.
Al final, y después de mucho sufrir, tuvimos que llevarlo a sacrificar. Las patitas se le volvieron a infectar, el antibiótico no le hacía efecto, tanía fuertes dolores, había que ingresarlo de nuevo, no teníamos más dinero.... Y él lo pagó y tuvo que morir.
Ya hace muchos meses de eso, mi hija sigue llorando cuando se acuerda de él, yo tengo un trauma terrible y mi marido no quiere oir hablar de ello pues su recuerdo nos causa dolor.
No busco compresión, ni que me digais que todo el mundo comete errores... Sólo quiero, en cierto modo, purgar nuestra culpa y, desde aquí, pedirle perdón a un animalito que le hizo muy feliz a nuestra niña de 7 añitos durante unos meses.
Gracias por leerme.[/b]